Narra Chansung
Camino por los pasillos del Hospital e ingreso a la habitación de Bang Chan.
—Buenos días, hermano. —Menciono socarrón—.
—Con tu presencia dejó de serlo.
—Chan. No te veo feliz. Agradece que estás vivo. Prácticamente me debes tu vida. Gracias a mí hice que te trajeran a tiempo al Hospital.
—Acepto irme a la cárcel. —Sonreí—.
—Tomaste la decisión correcta.
—Lo hice por mi hermana y por mi hijo.
—Hijo. ¿Qué ironía? Salvaste a tu hijo, el cual no conocerás. Así como tampoco vi más a mi padre.
—No es mi culpa lo que sucedió. Ni de Hannah.
—Hoy no tengo ganas de hacer un debate contigo sobre la moral. ¡Ah! Casi lo olvido. Traje a mi abogado. —Lo hice llamar—. Él trajo el documento que deberás firmar donde te comprometes a «morir» —hice énfasis— por el bien de tu «familia» —lo hice nuevamente—.
— ¿Acaso no confías en mi palabra?
—No confío ni en mi esposa. Mucho menos lo haré contigo. —Mi abogado le entregó el documento. Lo leyó y firmó—. Por cierto. Hasta ahora no te he mencionado como tú y yo terminamos siendo lideres de las Mafias más temidas de Corea. Gracias al tío Lim Nan-do. A él se le ocurrió el juego perverso de que sus únicos sobrinos fuesen enemigos, y lo logró. Siempre odió, o envidió a nuestro padre. Por lo tanto nos convertimos en sus marionetas y siendo cocodrilos de un mismo pozo.
— ¿Cuál es la finalidad de esta confesión?
—Aclararle las dudas a mi hermano. Soy tan bueno que pienso en el bienestar de tu salud mental. Me retiro. En unos días vendrá la policía a llevarte. —Salimos de la habitación—.
Narra Heejin
Luego de haber enterrado a Felix le dije a Han que me acompañase al «Busan Citizens Park», uno de los lugares favoritos que solíamos visitar Lix y yo.
— ¿Quieres que me quede a tu lado o prefieres estar sola? —Me dijo con sumo cuidado Jisung. Cabe destacar que desde lo acontecido no me ha dejado sola ni en un instante—.
—Por favor, quiero este momento solo para mi mejor amigo. —Asintió—.
—Esta bien. Caminaré un rato. Cualquier cosa me escribes y pasaré por ti.
—Gracias. —Besó mi frente y siguió. Me senté en una banca a observar. A lo lejos veía a los niños jugar. A las parejas pasear y al resto de las personas sonreír felices o por lo menos disimularlo muy bien. En cambio yo, sentía una tristeza muy grande—. Lix... Mi Felix. —Comenzaron a cristalizarse mis ojos—. Te extraño horrible. Me dueles tan profundo. Contigo se fue una parte de mí. —Respiré hondo—. Recuerdo cuando me acompañaste a comprar la prueba de embarazo. Me sentía nerviosa desde que llegamos a la farmacia. En todo momento me dabas ánimos. Ni hablar que estuviste conmigo mientras esperaba los minutos para ver el resultado, los cuales fueros estresantes. Desde ese instante me apoyaste —sonreí nostálgica—. El haberme consentido en mis primeros antojos y preparándome buena comida que evitase sentir náuseas. Aunque algunas fueron difíciles. El que mi mamá y Siwon no sospecharan, pero éste de igual manera se enteró justo el día de Navidad —sonreí triste—. También recuerdo el regalo que le diste a mi bebé, su ropita que dice «Mi primer outfit». Prometo colocársela. Afortunadamente la compraste color champagne. Todo lo que viví contigo fue hermoso mi Lix. Prometo hablarle mucho a mi bebé —toqué mi vientre— de ti. Serás su tío Felix —sollocé más—. Perdóname. Un día dije que esperaba no arrepentirme de haber ingresado a trabajar en esa empresa. Y hoy me siento muy segura al decir que si me arrepiento. Porque si no hubiese entrado a ese lugar, tú estuvieses conmigo. Perdóname nuevamente. —Sequé mis lágrimas y cerré mis ojos. Solo quería sentir la brisa fresca y su calidez—.
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Finalmente te encontré (Bangchan, Hyunjin, Han, Felix y tú)
De TodoChoi Heejin no se imaginaba que se involucraría con el líder de una mafia muy importante, el cual no perdona a quienes no les cumplen. ¿Cómo hará para lograr salvar a su novio Hyunjin de este peligroso hombre? ¿Y de qué manera se interpondrán Felix...