Descanso I

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Mientras los amigos de Dudley eran regañados, la sala estaba conmocionada ¿Cómo podían tratar al chico así? Ted estaba furioso y parecía querer lanzarle millones de maldiciones a los Dursley, pero se controla. Pero decidió algo, necesitaba hablar con Harry, no con su padrino, sino con el que estaba en la sala. Tenía que decirle tantas cosas. Pero con tanta gente alrededor era imposible, por lo que se levantó y dijo:

            —¿Quieren seguir o prefieren tomar un pequeño descanso?

Victorie y los demás lo miraron raro pero Ted les susurró:

            —Quiero hablar con Harry.

Los demás entendieron y se callaron,

Ted dejo que la gente pensará y luego dijo:

            —Quienes quieran tomar un descanso alcen la mano.

Mucha gente alzo la mano, ya que querían analizar lo que acababa de pasar. Teddy las conto y pidió que las bajaran.

            —¿Quiénes quieren seguir?

Casi la misma cantidad de gente alzó la mano, ya que sentían curiosidad por lo podría seguir. Teddy las conto, pensó un instante y anunció:

            —La mayoría quiere un descanso, asi que pueden explorar la casa y nos vemos en media hora. No pueden salir y hay algunas puertas cerradas, tengan cuidado. Pueden subir al segundo piso pero ahí, la mayoría de puertas están cerradas.

Al terminar de decir eso, quiso acercarse a donde estaba sentado Harry pero fue adelantado por la señora Polkiss que arrastraba a su hijo del brazo en dirección a Harry. Ted se quedó cerca para escuchar.

La señora Polkiss agarró a su hijo de los hombros frente a Harry y dijo:

            —Harry, siento mucho todo lo que mi hijo te hizo junto con Dudley, no volverá a pasar.

Le hizo un gesto a Piers para que se disculpara.

            —Yo, lo siento Harry—dijo Piers con un tono que sonaba como si le hubieran dado de comer agujas—. No lo haré de nuevo.

Su madre asintió y miró a Harry:

            —Harry ¿Sabes quiénes son las otras personas a las que mi hijo molestó? Quiero que se disculpe con ellas también.

Harry quiso darle una mirada a Noah, pero él y su padre ya no estaban, no sabía que decirle a la señora Polkiss.

La señora Polkiss decidió irse arrastrando a su hijo al no obtener respuestas.

Al ver que se fue, Ted se acercó hacia Harry, el cual se sobresaltó cuando Ted lo saludó

            —Hola...—Se detuvo sin saber cómo seguir.

Harry solo miraba sin saber cómo reaccionar.

Ted no sabía que decir ¿Cómo hablas con alguien que prácticamente te crio pero que ahora era un niño?

Decidió que quizás si le mostraba más magia, lograría que hablara más, pero no debía haber nadie cerca, por lo que saco su varita y se la enseño a Harry:

            —¿Quieres ver más magia? —Sacudió su varita.

Harry se acercó con curiosidad y asintió:

            —No aquí, sígueme ¿O tienes algo que hacer?

Harry lo pensó durante un segundo pero asintió y se levantó de su asiento. Ted se alegró y le hizo un gesto a Harry para que lo siguiera al piso de arriba no sin antes tocar a Harry con su varita lo que causo que Harry se sintiera extraño pero no sabía porque.

Muggles leyendo Harry Potter 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora