Las cartas de nadie

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Todo el mundo se extrañó, los títulos aumentaban su rareza.

La fuga de la boa constrictor le acarreó a Harry el castigo más largo de su vida.

Harry hizo una mueca.

Cuando le dieron permiso para salir de su alacena ya habían comenzado las vacaciones de verano.

Falta mes y medio para eso pensó la sala.

y Dudley había roto su nueva videocámara, conseguido que su avión con control remoto se estrellara y, en la primera salida que hizo con su bicicleta de carreras, había atropellado a la anciana señora Figg cuando cruzaba Privet Drive con sus muletas.

            —Pobre mujer...—dijo Lucy.

            —Ni siquiera cuida las cosas que le regalan. No las merece...—dijo una niña.

            —Haría lo que fuera por un avión a control remoto—dijo un niño.

            —¿Siempre rompe sus regalos tan rápido?—le pregunto Noah a Harry.

Harry asintió.

Harry se alegraba de que el colegio hubiera terminado, pero no había forma de escapar de la banda de Dudley, que visitaba la casa cada día. Piers, Dennis, Malcolm y Gordon.

Estos se revolvieron en sus asientos ante la mirada de sus padres.

eran todos grandes y estúpidos,

Las víctimas de la banda se rieron ante eso de forma discreta.

pero como Dudley era el más grande y el más estúpido de todos, era el jefe.

Harry asintió ante eso.

Los demás se sentían muy felices de practicar el deporte favorito de Dudley: cazar a Harry.

            —Yo los voy a cazar a ellos—dijo Fred.

            —Yo te ayudo—agregaron Roxanne y Louis al mismo tiempo.

            —¡Louis! —le regaño Dominique.

Louis solo se encogió de hombros.

Por esa razón, Harry pasaba tanto tiempo como le resultara posible fuera de la casa, dando vueltas por ahí y pensando en el fin de las vacaciones, cuando podría existir un pequeño rayo de esperanza: en septiembre estudiaría secundaria y, por primera vez en su vida, no iría a la misma clase que su primo.

Harry estaba ilusionado con esa información que sabía desde hacía algún tiempo.

Dudley tenía una plaza en el antiguo colegio de tío Vernon, Smeltings.

Vernon asintió ante eso aunque lo hizo tan poco que no se notó. Marge pareció reaccionar un poco.

Piers Polkiss también iría allí.

            —Creo que ya no—dijo su madre.

Piers parecía querer replicar pero la mirada de su madre lo hizo callar

Harry, en cambio, iría a la escuela secundaria Stonewall, de la zona. Dudley encontraba eso muy divertido.

            —Claro que no, ira a Hogwarts—susurró Ted.

            —¿Qué tiene de divertido?

            —Allí, en Stonewall, meten las cabezas de la gente en el inodoro el primer día —dijo a Harry—. ¿Quieres venir arriba y ensayar?

Muggles leyendo Harry Potter 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora