Capítulo 3 - ¿Meet and greet?

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Chiara

- Mum, please... - escucho decir a mi hermana nada más cruzar el umbral de la puerta. - Please, please... - casi suplica Jasmine.

- Honey, I'm so sorry, pero hay un problema y soy la jefa, I can't just ignore this - mi madre decía algo apurada, a la vez que cogía su bolso y se disponía a salir por la puerta. - I swear I'll make up for it, love you! - y salió.

- ¿Qué pasa, Jas? - me acerco a ella, que ya tiene la cara inundada de lágrimas, para darle un abrazo.

- Mamá iba a venir conmigo al concierto de esta noche pero le ha surgido no sé qué del trabajo y no va a poder. - sorbe por la nariz y por la forma en la que me abraza puedo notar lo mal que se siente. - Y no puedo ir sola porque no permiten la entrada de menores si no van acompañados.

Intuyo que el concierto del que habla es el de Violeta, mi nueva conocida. Había visto alguna que otra actuación de la chica, y la verdad es que encima de un escenario también era impresionante. Además de que la ciudad estaba llena de carteles con su cara. No me lo pienso mucho, y aunque como cada viernes iba a salir con Rus, no puedo evitar que se me encoja el corazón cuando escucho sollozar a mi hermana, que sigue abrazándome.

- Bueno, pero yo te puedo acompañar, ¿no? - separo mi cabeza de la suya, que a la vez se eleva para mirarme, como si acaso no se creyese lo que le estoy diciendo.

- You'd do that for me?! - sus ojos y su boca se abren en emoción, y casi puedo reconocerme a mí misma en la joven de 15 años que tengo enfrente, con la que cada vez me encuentro más parecido. - Ni siquiera te gusta Violeta... siempre me dices que soy una pesada. - sonríe, por fin.

- There's nothing I wouldn't do for you... Venga, te tendrás que preparar. ¿A qué hora es? - le doy un último achuchón y una palmada en los hombros a la vez que dejo mis cosas en el sofá y me dirijo a la ducha, no sin antes dar a Rus una breve explicación de por qué le cancelo esta noche.

- ¡Tenemos que estar ahí a las 18:00! - grita desde su habitación, donde intuyo que va a prepararse.

Mientras me ducho pienso en que las 18:00 es una hora un poco rara para un concierto, normalmente suelen ser algo más tarde, y no es como si el público de Violeta fuera infantil... Quizás Jasmine no quiere apurar para no perderse absolutamente nada. Pero cuando dije que haría cualquier cosa por ella lo decía en serio, y nadie se merecía una desilusión como la de no poder asistir a un concierto que llevas ansiando tanto tiempo. Así que si había que estar ahí a las 18:00, me aseguraría de llegar a las 18:00.

Unos minutos más tarde, cuando termino de vestirme y procedo con el maquillaje, mi hermana entra en mi habitación sin siquiera tocar la puerta.

- ¿Así bien? - se queda de pie en medio de mi habitación mostrándome su look. Lleva un pantalón negro ancho y un top de lentejuelas plateado, junto con unas botas estilo cowboy con detalles plateados también.

- You look gorgeous, pero coge una chaqueta porque a la noche va a refrescar. ¿Te falta mucho? - le pregunto volviendo a mirarme al espejo para ultimar detalles. Nada extravagante, me aplico una base que oculte mis ojeras, una sombra que hace que mis ojos resalten un poco y mi pintalabios mate. - Podemos ir a merendar de camino.

- ¡Sí! Cojo la chaqueta y las entradas y listo. - sale casi dando saltos y no puedo evitar sonreír por lo feliz que se ve. Pienso en lo que me habría gustado tener una hermana que hiciera por mí lo que yo intento hacer por mis hermanos, pero me alegra revivir algunas partes de mi infancia y mi adolescencia siendo para ellos aquello que yo no pude tener.

Violeta

No he podido descansar demasiado, pero tengo el cuerpo tan acostumbrado a este ritmo que casi me dirijo a la mesa llena de maquillaje en piloto automático. De todas formas, siento alivio al pensar en que este es el último concierto, al menos de momento. He podido hablar con mi hermana por teléfono hace un rato, y me dice que me echa de menos pero que está muy contenta de ver todo lo que estoy consiguiendo. Con apenas 16 años cuenta ya con una madurez que a muchos adultos les gustaría tener, y aunque me da pena estar perdiéndome parte de su adolescencia, especialmente días tan importantes como hoy, estoy plenamente orgullosa de la persona en la que se está convirtiendo. Mis padres también se han unido por un momento a la llamada para desearme toda la suerte del mundo para esta noche, igual que hacen antes de cada concierto

The only one for me. - KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora