liar man | j.jungkook

13

Después de disfrutar del delicioso kimchi en el pequeño puesto de comida, SeoWoo se sintió satisfecha y contenta, con una sensación de calidez en su corazón. La noche había sido intensa, llena de momentos compartidos con el castaño, pero aún había una laguna en su conocimiento que la incomodaba.

—Oye... —lo llamó tímidamente, mientras miraba sus manos entrelazadas en su regazo.

—¿Si? —respondió, tenía una mirada atenta y curiosa. Ella se ruborizó, sintiendo una mezcla de vergüenza y nerviosismo.

—Aún no sé tu nombre. —admitió, con la voz apenas audible. El castaño se rió suavemente, su sonrisa iluminaba su rostro.

—No te preocupes, de alguna forma ibas a saberlo. —habló en tono juguetón. SeoWoo se sonrojó aún más, el calor subía a sus mejillas.

—Lo siento, ha sido una noche un poco intensa. —se disculpó, no podía mirarlo, así que prefirió mirar al suelo, completamente apenada.

—No tienes que disculparte, SeoWoo —se acercó un poco más a ella. Su voz era suave y reconfortante—. Suele pasar —tomó una pausa y con la mirada intensa, él escaneó cada parte del rostro de la mujer—. Mí nombre es Jungkook, Jeon Jungkook...

SeoWoo repitió el nombre en su mente, disfrutando de su sonido.

—Jungkook... —dijo finalmente con una gran admiración, analizando cada sonido de su nombre— Me gusta.

—Suena lindo cuando sale de ti. —su corazón estaba latiendo con emoción.

SeoWoo sonrió, sintiendo una conexión aún más profunda con él, como si hubieran compartido un secreto especial.
Estaban cómodos de esa forma, comiendo y mirando como los autos pasaban.

Cuando la frecuencia de los autos y de personas mermó, Jungkook miró su reloj y se dió cuenta de lo tarde que era.

—Deberia llevarlas a casa, ya es muy tarde. —sonrió y la chica asintió, sintiendo una punzada de tristeza porque la noche se terminaba— ¿Dónde vive tu amiga? —preguntó.

—En un edificio cerca de aquí. —respondió SeoWoo.

Él asintió, ambos se levantaron, caminaron hacia el auto y entraron.
Solo estaban en silencio, disfrutando de la compañía del otro, olvidándose de que alguien más estaba con ellos.
Cuando llegaron al edificio, SeoWoo abrió la puerta y el castaño ayudó a bajar a Naomi, que seguía dormida.

—Gracias por ayudarme. No pensé que esto fuera a pasar, Naomi es un poco... loca. —dijo sonriendo.

—Oh, no te preocupes...

Juntos subieron a la pálida al departamento. Él la cargó en brazos, ella abrió la puerta y encendió las luces. Después de asegurarse de que su amiga estuviera cómoda en su cama, SeoWoo se volvió hacia él, con una sonrisa de gratitud en sus labios.

—Muchas gracias por tu ayuda, Jungkook. —agradeció otra vez.Él se rió suavemente.

—De nada, fue divertido. —dijo con una mirada cálida y reconfortante que tranquilizó a la chica.

—¿Quieres un refresco? —preguntó SeoWoo, mientras se dirigía a la cocina, su voz era suave como la seda.

Él asintió, siguiéndola con la mirada, y luego se sentó en el sofá, rodeado del calor y la intimidad del hogar.

Mientras la fémina preparaba el refresco, él no podía dejar de pensar en la noche que habían compartido, en la conexión que habían establecido.
Y cuando ella regresó con el vaso de agua fresca, él se levantó y se acercó a ella, su mirada era intensa y emocionada.