xv. consume

104 11 0
                                    

—SOLO CONTÉSTAME algo — hablo Mía hacia su hermano —¿qué gano yo con esto?

—Nada. — afirmó Steven con una sonrisa burlona en su rostro.

Mía solto un bufido, no sabía en qué momento habían pasado de estar en su sala a ir hacia ciudad zombie, aunque igual Mía no perdía nada.

—¿Iras al bosque tu solo para darle una sorpresa a Addison? — pregunto incrédula.

—Claro que no, me llevaré a tu novio para ayudarme y a Zoey — respondió banalmente Steven restandole importancia

Mía parpadeó perpleja

—Por supuesto que no — nego la peliblanca de inmediato. —No vas a llevar a mi novio ni a su hermanita de lacayos.

—Una carrera hasta ciudad zombie y veamos si dices lo mismo — reto su hermano sin darle oportunidad de responder salio corriendo de inmediato.

Mía suspiró frustrada, su último maratón no fue nada placentero pero por Zed volvería a hacerlo, así que resignada salió corriendo detrás de su hermano.

—¿L-LO VEZ? — pregunto entre jadeos Mía —T-te gane

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿L-LO VEZ? — pregunto entre jadeos Mía —T-te gane.

—No es justo, ¿como diablos me ganaste? — pregunto del mismo modo su hermano mientras se recargaba en una pared.

—N-no importa como fue que t-te gane, l-lo hice y punto — respondió con su respiración acelerada de por medio.

—Bien, bien, acepto la derrota. — respondió su hermano restandole importancia mientras se reincorporaba — ¿Nos vamos?

—V-vete tu. . .yo. . .necesito recuperar el aliento — hablo Mía.

—¿Estas segura? Evie, ¿te sientes bien?— pregunto su hermano preocupado mientras la tomaba del hombro.

Por supuesto que no estaba bien, pero no podia decirle que no podía moverse, que le falgaba el aire y que sus piernas temblaban.

—Sip, como nunca, ve, yo te alcanzo en unos minutos — respondió para no preocuparle de más, aún así Steven no muy convencido se fue de ahí dejando a Mía sola.

Cerro los ojos con fuerza mientras se preguntaba ¿cómo hiba a hacer para que sus piernas se movieran? Queria gritar de la impotencia o más bien soltar un grito de dolor. Dio un largo suspiro y se preparó para dar el primer paso aunque su mente no dejaba de repetir la misma pregunta "¿qué diablos nos está pasando?"

Sabia que no era para nada normal, y si, era cierto que desde pequeña jamás le gustó correr no era para que su cuerpo reaccionara de esa forma, sentia que se moria. 

En cuanto hiba a dar el primer paso una mano en su hombro la hizo suspirar de alivio y sonreír al ver a Zed.

—Hey. . .— lo saludo con una sonrisa — ¿qué. . .haces aquí?

Zed no respondió, simplemente la observaba de arriba a abajo preocupado, verificando si se encontraba bien.

—Oye, mírame — pidió Mía mientras lo tomaba de las mejillas — estoy bien ¿de acuerdo? No me voy a morir.

"Aún"

—Cuando vi a Steven llegar y tú no estabas a su lado me asusté, de verdad que me asusté, así que salí a buscarte desesperado, Mills' no estas bien, ¿dime que te sucede? — pregunto mientras acariciaba levemente su mejilla.

Mía cerró los ojos con fuerza, pues no tenia la respuesta correcta para ello, así que simplemente se soltó a llorar mientras Zed la abrazaba.

No lo , pero siento que me muero, es todo — respondió entre llantos mientras Zed la abrazaba más fuerte con miedo debido a sus palabras. — llévame a casa.

Zed asintió y cuando ambos se separaron notaron que Mía aún no podía caminar bien, así que tuvo que ayudarle a caminar aunque fueran lento. 

—Lo lamento, siento que deverdad te causo problemas, que soy una carga — se disculpó Mía apenada mientras Zed la llevaba de la mano.

Mills, ya lo hablamos, deverdad tu nunca nunca me causarías problemas — la tranquilizo el peliverde a lo que Mía sonrió dulcemente.

—Gracias, por ayudarme — le agradeció mientras se aferraba más a su mano. — me siento patética, no tengo la mínima idea de que es lo que me pasa, me duele al respirar, me siento mareada y con náuseas, me falta el aire, y hay voces en mi cabeza que me dicen que corra pero no quieren escuchar yo. . .esto me está consumiendo.

Zed la escucho con un semblante serio al mismo tiempo que la apegaba a él abrazandola, haciendole saber que estaba ahí para ella y que siempre estaría.

—¿Desde cuando te sientes así? — pregunto aún abrazandola

—Desde aquel día en la playa, me siento más débil no se. . .no se que me pasa te juro que no — aseguro la rubia mientras se aferraba más a su novio.

—Tranquila, lo resolveremos los dos juntos, te lo prometo — le aseguró el peliverde mientras le daba un pequeño beso en la frente.

—¿Y si de verdad hay algo mal conmigo? — pregunto Mía al borde de las lágrimas.

—No hay nada malo en ti Mills, te lo aseguro — respondió Zed intentando calmarse.

—Claro que si — respondió enfadada mientras se separaba bruscamente de él —¡Mira mi cabello Zed! Es raro y extraño, yo lo soy, toda la vida he sido así.

Zed la miró apenado sin saber que decir, no tenia nada que decir para reconfortarla y hacerla sentir segura.

—No es justo — replicó Mía entre lágrimas — no lo es.

Zed se acercó hasta ella y la tomó de las mejillas tratando de limpiar las lágrimas que caían..

—Por supuesto que no Mills, ven, vámonos — hablo mientras la tomaba de la mano y Mía lo seguía con más ánimos de morir que de vivir.

COMPLYCITY ☆ - Zed NecrodopolisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora