Prólogo.

1K 148 57
                                    





¿Qué sucede cuando el amor acaba?

Muchas veces el blando corazón que había albergado aquel dulce sentimiento se reviste de una fuerte coraza. Un caparazon que algunas veces es algo difícil de romper y otras veces es impenetrable.

Cuando el corazón decide dejar de amar, la razón e incluso el cuerpo se ponen de acuerdo y trabajan en conjunto formando una gran barrera de protección para impedir que aquel sentimiento que una vez los sacudió pueda regresar.

Un amor abandonado puede llegar a convertirse algunas veces en un simple recuerdo, una experiencia más vivida en el trancurso de este camino llamado vida.

Pero otras veces puede llegar a convertirse en algo más oscuro, algo que con el tiempo puede llegar a consumir el alma. Un sentimiento fuerte e incluso peligroso.

Puede llegar a transformarse en odio y cuando esto sucede es muy poco probable que ese amor que una vez existió vuelva a renacer en aquel corazón.

- ¡De tantas personas en este maldito mundo! ¿Por qué tuvo que ser con él?.- El pelinegro tenía los ojos llenos de lágrimas.

- Fue con él porque quise. Fue con él porque me gusta. Fue con él...porque es mejor que contigo.

- ¿Mejor que conmigo?.- Asintió mostrando una sonrisa.- Bien. Tu hiciste tu elección.

- Y si tengo que elegir de nuevo volvería a buscarlo a él.

- No tendrás que esperar una segunda oportunidad.- Colocó un documento sobre la mesa.- Firmalo.

- ¿Qué es esto?.- Bajó la mirada al documento.

- ¿No dices que siempre lo vas a elegir a él?.- Volvió a sonreír.- Bien. Te estoy dando la oportunidad de irte con él. Firmalo.

- ¿Divorcio.- Leyó las grandes letras.

- Si... Quiero el divorcio. No luego, ni mañana. Lo quiero ahora. No quiero seguir siendo tu esposo y no quiero seguir viendo tu maldito rostro así que firmalo.

- Si lo firmo sabes que no habrá marcha atrás.

- ¡Es lo que espero! Espero no volver a verte jamás en mi vida. Así que firma el maldito papel.

- Bien.- Tomó un boligrafo y firmó.- Espero que estés feliz.

- No tienes idea del maldito peso que me quite de los hombros.- Se desprendió de su anillo de bodas. - Un matrimonio donde solo yo amé y a cambio recibí solo lo peor...- Negó.- No necesito más de esa mierda.

- ¿Me amaste?.- Arqueo una ceja y sonrió con ironía.- ¿Alguna vez me amaste? Que idiotez.

- Te amé desde el primer día en que te vi.- Su sonrisa se volvió triste.

-....

- Pero ese amor ya murió. Tu te encargaste de eso.- Miró la sortija en su mano.- A partir de hoy...no significas nada para mí.- Lanzó la sortija al castaño provocando que golpeara su pecho.- Vete al diablo Wang Yibo.

Seguirás Siendo Mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora