En aquel momento la mente de Xiao Zhan se encontraban tan atrofiada que ni siquiera podía percibir las palabras y voces alteradas qué resonaban a su alrededor.
Solo sus ojos se movían lentamente escaneando todo el panorama y el caos a su alrededor. Veía a las personas que lo rodeaban mover sus labios pero no podía comprender nada.
El fuerte latido de su corazón le impedía percibir algún otro sonido.
Frente a él se encontraba su esposo completamente desnudo dentro de aquella tina junto a su hermano gemelo.
¿Estaba soñando o se trataba de una mala broma?
Trataba de asimilar lo más pronto posible lo que allí ocurría pero para él era algo casi imposible. No solo se trataba del hombre que amaba y una vez había tomado como su esposo sino también de su hermano gemelo, aquel al cuál siempre considero como su alma gemela, su otra mitad.
Estaba siendo traicionado vilmente por estas dos personas a las que le había entregado el amor más puro y sincero.
Se habían burlado de él no solo en su cara sino bajo su propio techo. Aquel el cual a pesar de las circunstancias pasadas siempre había considerado su hogar, el refugio qué había levantado junto al amor de su vida.
Aquel lugar había sido profanado y sus paredes se habían manchado con la inmoralidad y la suciedad de los actos de aquellas dos personas.
Actos que terminaron por destrozar su corazón.
- ¡Zhan!.- Yibo corrió hacia su bata de baño y de la colocó con rapidez.- Te juro que no es lo que piensas.
- Esa es la excusa más estúpida que utilizan los infieles cuando son atrapados.- Sean se acomodo en la tina.- Lo siento hermanito pero algún día te ibas a enterar.- Su sonrisa estaba cargada de malicia.
- ¡Cállate!.- Yibo el gritó con rabia.- ¡Largate de una vez!.- Se giró hacia Zhan.- Zhan, escuchame. Esto que viste...
Las palabras del castaño se detuvieron al ver como su esposo se daba la vuelta para marcharse. Aquello hizo que una gran desesperación despertara dentro de él.
Desesperación qué lo hizo correr hacia el pelinegro para luego interponerse en su camino.
- Tienes que escucharme.- Extendió sus brazos tratando de cortar alguna vía de escape.
- Apartate.- Expresó con voz calmada y la mirada perdida.
- Zhan.
- Muévete.- Seguía sin mirarlo al rostro.
- No me voy a mover hasta que escuches.- Sus palabras lograron que el pelinegro lo viera a los ojos.
- ¡Hazte a un maldito lado!.- Sus ojos se enrojecieron.- ¡Muévete del maldito camino!.- Lo empujó provocando qué se apartara.
Xiao Zhan salió de aquel lugar sin mirar atrás, ignorando a aquel que lo seguía y llamaba con desesperación. Lo único que quería en aquel momento era escapar de allí, alejarse del horror y no ver más aquel panorama que le provocaba tanto dolor.
A medida que descendia las escaleras el dolor en su corazón aumentaba al mismo tiempo que se preguntaba a si mismo ¿Qué había hecho mal?
¿Acaso había sido una mala persona? ¿Qué tan desgraciado había sido para recibir aquella cruel puñalada?
Nunca había sido egoísta, si tenía que soltar hasta su última posesión para hacer feliz a aquellos que amaba lo haría sin dudar y sin esperar nada a cambio. No entendía el porqué la vida le estaba pagando de esa manera.
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Seguirás Siendo Mío
FanfictionXiao Zhan se cansó de experimentar desplantes, malos tratos pero sobre todo infidelidades. Decidió que ya es tiempo de detenerse y soltar aquello que tanto mal le ha hecho Un esposo indiferente e infiel no es lo que merece así que es tiempo de solta...