En un mundo de coronas y bisturís,
Donde el destino teje tramas crueles,
Ella, princesa de vestidos largos,
Él, médico astuto, oculta sus ideales.
En la sala del hospital, miradas furtivas,
Entre vendajes y secretos susurrados,
Sus corazones danzan...
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Jack pasaba de cuarto en cuarto, de cama en cama, buscando a Mary. Estaba ansioso, temblaba como nunca antes, y sentía una mezcla de emociones que lo abrumaban. No tenía idea de qué le diría a Mary cuando la encontrara, claro, si es que ya había despertado.
Estaba seguro de que despertaría. Necesitaba que despertara. La necesitaba.
Al llegar a la última habitación, chocó contra alguien.
"Mira por dónde..." Hetty se detuvo al darse cuenta de quién la había golpeado. "¡Dios mío, Jack! ¿Qué haces aquí?" Su sorpresa era evidente en su voz.
Jack exhaló un largo suspiro antes de responder: "Es una larga historia." Intentó pasar, pero fue detenido por la enfermera. "¿Podrías hacerte a un lado?"
Hetty levantó una ceja. "No creo que haya necesidad de que tú vayas—" Jack la interrumpió.
"No quiero ser grosero contigo, Hetty, pero necesito verla." Intentó avanzar de nuevo.
Impaciente, Hetty negó con la cabeza. "No hay nadie en esa habitación, Jack."
Jack se detuvo en seco, mientras pensamientos intrusivos inundaban su mente. Había pasado por todas las habitaciones, y aquella era la última. Si no había nadie allí, eso significaba que...
Jack negó repetidamente con la cabeza, rehusándose a aceptar tales pensamientos.
Hetty percibió la confusión y la angustia en él. "Tranquilo. Ella no está aquí porque está en casa." Intentó calmarlo. "La reina pensó que estaría más cómoda allí cuando despertara." Hetty explicó, dejando claro que, hasta donde ella sabía, la princesa seguía en un sueño profundo.
Jack se apoyó contra la pared, dejando caer la cabeza hacia atrás y golpeándola suavemente contra la superficie.
"Pensé que estaría aquí," murmuró, cerrando los ojos.
La enfermera lo observó un momento. "No habrás escapado de prisión, ¿verdad?" preguntó con cierta preocupación.
Él abrió los ojos y esbozó una sonrisa, aunque sus ojos no reflejaban alegría. "Increíblemente, el rey me sacó de allí."
Hetty abrió los ojos sorprendida. "¿En serio? Eso es realmente increíble."
"Él ama a su hija; pasó por encima de todos, de la sociedad y de sus principios como rey, para asumir su papel de padre." Jack recordó su conversación con el rey. "Es un buen rey y un gran padre."
"Finalmente alguien de la alta sociedad, además de Mary, que es justo," dijo Hetty sonriendo.
Jack asintió y miró al final del pasillo. "¿Fagin está aquí?" preguntó, recordando a su amigo.
"Debe estar en su antigua habitación." Respondió la enfermera sin más.
Jack asintió y comenzó a caminar. "Me alegró verte, Hetty."
"Lo mismo digo, doctor Dawkins."
Jack subía las escaleras lentamente. No debería estar allí, debería ir tras Mary, pero la verdad era que estaba aterrado, temeroso de encontrarla aún postrada en cama. Claro que era un milagro que hubiera sobrevivido a la cirugía, la cual era de alto riesgo y con pocas probabilidades de éxito.
Estaba por tomar el picaporte cuando la puerta se abrió, haciendo que ambos, él y el anciano dentro, saltaran del susto.
Fagin se llevó una mano al pecho. "Estoy demasiado viejo para estos sustos. ¿Quieres matarme?" Dijo, indignado.
Jack le sonrió. "Lo malo nunca se rompe."
Fagin le devolvió la sonrisa y lo abrazó.
"Parece que hoy es un buen día." Fagin se separó, con una sonrisa en los labios.
"Ya sé que soy la persona más importante en tu vida, la única persona en tu vida, pero no exageres." Jack pasó las manos por su ropa, intentando alisarla. "El día no será más bonito solo porque salí de la cárcel."
El anciano arqueó una ceja. "¿Y quién dijo que es por ti?"
La sonrisa de Jack desapareció, dando paso a una expresión de confusión. "¿Entonces por qué sería?"
Fagin comenzó a caminar, seguido por Jack. "Thomas mandó una carroza." Se volvió hacia él. "Ella despertó."
Jack se movía inquieto dentro de la carroza, lo cual ya estaba irritando a Fagin. Solo estaban los dos en el carruaje, que Thomas había enviado especialmente para Fagin. Fagin y Thomas habían conversado mucho después del triste día de la muerte de Gaines, y Thomas se había dado cuenta de cuánto le importaba Mary a Fagin, así que le prometió mantenerlo informado.
Fagin murmuró algo inaudible y se volvió hacia Jack. "Si sigues moviéndote así, te echaré del carruaje." Jack solo puso los ojos en blanco. "¿No estás a unos pasos de convertirte en príncipe o algo así? ¿No deberías ser un poco más educado?" Fagin preguntó irónico.
Jack se recostó en el asiento. "Estoy nervioso."
"Dime algo nuevo."
"Las cosas van a cambiar. No sé qué esperar; siempre supe qué esperar." Jack confesó, pasándose las manos por el rostro.
Fagin levantó una ceja. "¿Hace cuánto que tú y Mary no... bueno, ya sabes?"
Jack lo miró, incrédulo. "Eso no tiene nada que ver." Un suspiro escapó de sus labios. "¿Y si ella cambió de idea?"
"Eras pobre, médico, pobre, ladrón, pobre, criminal. ¿Mencioné pobre?" El anciano se tocó el mentón, fingiendo pensar. "¿Y ahora que pueden estar juntos sin problemas, crees que ya no te ama? ¿Qué pasó con el Jack lleno de ego?"
"Se enamoró," respondió sinceramente.
"Está bien, pero Mary no es tonta; sabe lo que quiere en la vida, y dudo que se imagine una vida sin ti." Fagin dijo y volvió a mirar por la ventana, concentrándose en el paisaje exterior.
Jack miró sus manos, sumido en sus pensamientos, y se reprochó mentalmente. Después de todo lo que él y Mary habían pasado, de verdad pensó que ella podría no quererlo. Después de haberle devuelto la vida, no solo la segunda oportunidad que le dio la cirugía, sino la vida que empezó a vivir desde que conoció a Jack.
