En un mundo de coronas y bisturís,
Donde el destino teje tramas crueles,
Ella, princesa de vestidos largos,
Él, médico astuto, oculta sus ideales.
En la sala del hospital, miradas furtivas,
Entre vendajes y secretos susurrados,
Sus corazones danzan...
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La princesa caminaba por Port Victory, mirando a todos lados mientras daba pasos apresurados.
Estaba buscando al cirujano, no al cirujano lindo, bonito y rubio, sino al cirujano idiota y patán.
No soportaba a Sneed, él se metía en todo lo relacionado a su vida, incluso cuando ella dejaba claro que nunca lo quería cerca.
Lo encontró y caminó furiosamente hacia él. Sneed, sintiendo una mirada sobre él, miró hacia atrás y se encontró con una princesa extremadamente furiosa.
"No puedes hacer esto," dijo la princesa firmemente.
"¿Qué?" preguntó el cirujano. Mary siguió mirándolo con el ceño fruncido, lo que hizo que él soltara un suspiro derrotado. "Él fue demasiado lejos. Lo resolveremos como caballeros." Sneed sonrió. "Uno de nosotros. Pistolas al amanecer." Se dio la vuelta y comenzó a caminar.
"¿Estás loco? ¿Todo esto porque me viste con él?" Mary hablaba y acompañaba a Sneed. "No tienes ningún motivo para irritarte, nunca tuvimos nada y nunca lo tendremos," dijo irritada.
Sneed se detuvo. "¿Y todo este escándalo es por él?" preguntó. "¿Nunca tendremos nada porque te gusta él?"
La princesa soltó una risa. "Nunca tuviste una oportunidad, Sneed. ¿No lo entiendes? Antes de conocer a Jack, nunca tuviste una oportunidad."
Mary lo miró de arriba abajo y se marchó pisando fuerte, sin darle a Sneed la oportunidad de decir algo.
La morena entró en el hospital y se encontró con la enfermera Hetty.
"Hetty, ¿sabes dónde está Jack?" preguntó Mary, mientras miraba a su alrededor, tratando de identificar al rubio.
"En la sala de cirugía." Hetty sonrió. "¿Está en problemas?"
Mary sonrió. "Digamos que tendremos un cadáver para pruebas muy fresco." Mary se dirigió hacia la sala. "Gracias," gritó en agradecimiento.
La princesa caminaba rápido y pisaba fuerte. No podía creer que Jack fuera tan tonto hasta ese punto. ¿Enfrentarse con Sneed para qué? ¿Cuál era la necesidad?
Jack sabía que a ella le gustaba, entonces, ¿cuál era la necesidad de hacer un duelo a vida o muerte?
Mary empujó con fuerza la puerta de la sala de cirugía, que se abrió con un estruendo.
"Idiota, idiota, idiota," se acercó a Jack, que tenía una espada en la mano. "Tonto, imbécil."
"Por fin alguien que ve lo mismo que yo," dijo Fagin, haciendo que Mary se volviera hacia él. "Mary, querida, ¿cómo estás?" sonrió a la princesa.
Mary sonrió a Fagin. "Estoy bien, pero hay alguien que no estará nada bien en unos minutos." La morena volvió su mirada a Jack.
Fagin miró a los otros dos hombres en la sala y les indicó que salieran. Una vez fuera, Mary comenzó:
"¿Qué te pasa por la cabeza? ¿Te volviste loco?"
"Estoy harto de ser tratado como un perro sarnoso."
"No eres un perro sarnoso. Y él es un idiota por tratarte así," dijo mirándolo a los ojos.
"Dijo que te pidió matrimonio." Jack parecía decepcionado y dolido.
"¿Ah, lo dijo?" Mary preguntó sorprendida, sin entender cómo eso implicaba el duelo.
Jack soltó una risa irónica. "Sí, lo dijo, y también dijo que aceptaste casarte con él."
Mary se sorprendió por tal acusación, y también la encontró divertida. "Primero, estoy soltera. Por si no lo recuerdas, una noche cualquiera decidiste terminar nuestra relación, fuera lo que fuera." Sonrió. "Y en serio, ¿casarme con Sneed? Preferiría morir soltera que tener que ver esa cara todos los días." Suspiró aliviada. "Ya que resolvimos este malentendido. Pide disculpas y cancela el duelo, por favor."
"¿Y ceder a su arrogancia? No." No iba a desistir, no era cobarde, y se alegraba de que la historia del matrimonio fuera inventada por el colega, pero no lo admitiría, no ahora. "Y no voy a matarlo. Apenas voy a rasguñar a ese patán pomposo." Sonrió convencido. "Relájate. Pasé diez años en la Marina. Soy maestro con la espada."
Mary también sonrió. "Qué bueno. Porque el duelo con pistolas es al amanecer. Pero en serio, qué bueno que eres bueno con la espada." Fue irónica. "Y tal vez también debas saber que él también es maestro, maestro en disparar."
Salió de la sala, dejando a Jack solo. La princesa se dirigía a la salida del hospital, pensando en una manera de acabar con ese duelo idiota. Aún no podía creer cómo Jack podía ser tan inteligente para algunas cosas y tan idiota, tonto y terco para otras.
Mary, que ahora estaba de vuelta en las calles de Port Victory, vio al capitán Gaines, a quien ignoraría si no se le hubiera ocurrido algo.
"Necesitas arrestar a dos hombres." Se acercó a Gaines.
"Princesa," la saludó Gaines. "¿Sirven estos dos? ¿Cuál es la acusación, mi princesa?" preguntó sonriendo.
Mary miró a los dos hombres allí y volvió su mirada a Gaines. "Bajo la acusación de planear ser idiotas, tontos, testarudos y de batirse en duelo."
"¿Quién va a hacer eso?" preguntó el mayor.
"Dos jóvenes médicos cirujanos."
"¿En serio? Entonces Jack Dawkins está involucrado," concluyó el capitán Gaines. "Solo puedo acusarlos si se baten en duelo. La intención no es un crimen, desafortunadamente. El lado positivo para mí es que, después del duelo, suele quedar solo uno para arrestar." Gaines sonrió. "Me enteré de que Sneed dispara bien."
"Señor, había ámbar gris en el barril," dijo uno de los dos hombres que estaban allí.
"¿Ámbar gris? Imagino que el olor sea diabólico." Pensó. "Igual al olor que emana del hospital," susurró.
La princesa no necesitaba escuchar más, Gaines no ayudaría. No podía creer que Jack estuviera involucrado en más cosas, o como él le había dicho, tal vez fue Fagin, lo que no mejoraba nada, los dos siempre estaban involucrados juntos. Bufó. Veamos, si Gaines lo arresta primero por el ámbar gris, morirá ahorcado. Si va al duelo y sobrevive, será ahorcado, y si Sneed gana el duelo...
