You, I, We. |Liam Payne.

Capitulo #10 - ¿Promises?

Nota de la autora: ¡Hola!, bueno, quice poner mi nota aqui arriba para que si la lean (inserta risas), en fin, ¡disculpenme! por no haber subido capitulo en tan largo tiempo, he estado sacando un nuevo proyecto y por esa razón me descuide un poco, en este tiempo he tenido un espacio libre asi que decidí aprovecharlo, lamento haberlos dejado con intriga en el anterior capitulo, ¡espero que lo disfruten!

***

-No te vayas – dice con respiración agitada después de perseguirme y coge mi hombro con suavidad.

-¿Por qué no? – pregunto confusa frente a esta situación colocándole una de mis manos debajo de su cuello.

-Porque – hace una pausa para tomar aire – porque no quiero que vuelvas a irte de mí.

-¿Qué? – pregunto confusa, << ¿confusa de qué? ¡De todo! ¿Por qué estoy aquí? Ya ni siquiera me acuerdo que quería hablar con él, tampoco sé porque acabamos así, ¿Por qué estamos frente a frente? ¿Por qué coloque mi mano en su cuello? ¿Por qué? >> Pienso quitando mi mano de su cuello dejando ver nuevamente aquel lunar que tiene marcado en su piel.

-Dije que no quiero que vuelvas a irte de mí – dice mirándome a los ojos de una manera perturbadora.

-Sí, sí, te escuche bien, pero como tú puedes decir eso después de haberme rechazado por completo, Liam, aunque no lo creas, eso me dolió, enserio me dolió, ¿sabes? Desde el bendito día en el que vine a vivir a Londres no he podido dejar de pensar en ti, me sentí una pésima persona cuando te deje solo en el aeropuerto, es que, ¡Ni siquiera pague la cuenta!, luego te encontré en el café bar, estaba despaldas tuyo y todo el tiempo ahí no paraba de preguntarme quien tocaba esas hermosas melodías, me voltee, y te vi, talvez pensé en acercarme y hablarte pero cuando volví te habías ido, por cierto, ¿A dónde te fuiste? , luego encontrarte hoy aquí en la mañana fue para mí algo totalmente del otro mundo, de hecho hasta me alegre y ahí fue tu rechazo, toda esta mañana se me ha hecho eterna, han pasado miles de cosas a mi alrededor, tantas que no podrías ni adivinarlas, y lo último que me pregunto es que si soy la única que cree que no es normal que tú y yo nos andemos encontrando por aquí y por allá y que yo no pueda dejar de pensar en ti – dije rápidamente, me pregunto si habrá entendido mis palabras, ¡Dios mío!, hablo muy rápido. No pude resistir más, me senté en un escalón y comencé a ¿sollozar? ¿Por qué lo hago? Pongo mis rodillas cerca de mi pecho y me doy cuenta que tengo la respiración agitada, ¿será por hablar tan rápido? Y veo que Liam se sienta a mi lado.

-Oye tranquila, toma aire – dijo poniendo una mano sobre mi espalda.

-Lo siento, hablo muy rápido cuando estoy enojada – dije.

-Y cuando tengo nervios – dijimos al unísono.

-¿Tú también? – dijimos nuevamente al unísono volteando nuestras caras para mirarnos, con una misma mueca.

-Ok, mejor me callo – dije entre risas.

-Ven – dice Liam estrechándome su mano para ayudarme a parar. Me impulso con mi otra mano y me levanto. Liam me lleva a su lugar, a su ¿escondite?, no sé en verdad que es, solo sé que es el lugar perfecto. - ¿sabes? Yo también no deje de pensar en ti – dice mirándome a los ojos y no evito sonrojarme y me siento en una de las sillitas color menta.

-¿A si? – pregunto bajando la mirada ocultando mi sonrojo.

-Sí, y no te preocupes por la cuenta, solo fueron tres billetes – dice entre risas. Me gusta más verlo sonreír que con el rostro que me mostro esta mañana. Tiene una hermosa sonrisa con la cual podría enamorar a cualquier chica, ¡¿Por qué estoy diciendo esto?!