The fate of the Golden Kitsune ~ YoonMin.

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La mansión es demasiado silenciosa. Yoongi mira fijamente su taza de té y después el rostro delicado con grandes ojos azules que le miran fijamente. Es como si le atravesara el alma con sus intensos ojos, tragó grueso tirando un mechón de cabello hacia atrás sintiéndose nervioso y es que tenía mucho tiempo de no sentirse intimidado por Jimin... Pero ahora todos sus sentimientos están a flor de piel como los primeros días.

‐Entonces... ¿Has sido Agatha todo este tiempo?- De alguna manera quería cortar esa nube de nervios y temor que hay sobre su cabeza. Sí, Jimin le prometió que volvería al día siguiente a primera hora pero cuando bajó para recibir a Agatha se encontró al castaño preparando el desayuno. Abaddon sigue tomando la siesta de forma muy tranquila, siempre le deja dormir hasta tarde por que no tiene ningún problema con eso... Está bien si duerme y descansa después de todo es solo un bebé pero ver al castaño haciendo algo tan hogareño y llevando ropa de casa con el cabello recogido solo le hace pensar en escenarios románticos con los cuales ha soñado todo este tiempo.

-Sí, lamento tener que engañarte. Aunque Abaddon supo que era yo desde el inicio. Eso fue agradable- Sonrió levantando apenas las esquinas de sus labios y se encogió de hombros dejando la mirada fija en su propia taza de té. No hay que ser un genio para saber las razones por las cuales Jimin se oculta. Yoongi asintió son suavidad, él más que nadie lo entiende por que ha escuchado comentarios negativos de los demonios hacia el castaño. Igual se supone que él está casado y el pueblo escogió a Génesis como la prometida. 

Él fue aceptado como "rey" para gobernar por que es el único con un poder demasiado grande y peligroso. Pero no todos estuvieron de acuerdo con esa decisión y como ultima alternativa está aquí. Ahora que lo piensa él podría ser desterrado en cualquier momento eso involucra a Jimin y su hijo. ¿Qué resistencia deberá poner para impedir esto?  Bueno, eso no es importante para él ahora cuando tiene a un hermoso Jimin frente suyo y se levantó de la mesa haciendo que su cabello caiga hacia delante.

-Vamos al jardín- Le extendió la mano y de inmediato él la sujetó con suavidad colocándose se pie. Su dulce aroma a crisantemos golpeó la nariz de Yoongi y su interior se estremeció. Apretó los labios y tragó grueso intentando manejar sus nervios.

-¿Estás más bajito o yo crecí demasiado?- Abrió la puerta dejando que una agradable brisa choque contra sus rostro. El castaño sonrió con suavidad bajando las gradas y tiró la cabeza hacía atrás para poder ver al peligris de frente a frente.

-Ambas. Te volviste muy poderoso eso te da cambios físicos y yo...- Guardó silencio apretando esa mano contra la suya.

-Ya no soy el de antes. También cambié- Yoongi quedó fascinado por sus palabras que no pudo evitar sonreír en grande caminando entre las flores.

-Sí. Tu poder es muy débil- El castaño soltó su mano para agacharse a unas florecitas que crecen junto al pasto.

-Yo le puse un sello a mi ser demoníaco. Más conocido como Lucifer, en mi vivía un enorme caos causado por el dolor y la melancolía. Así que lo encerré en lo más profundo de mi mente y alma... Lo cuál me hizo perder mis poderes por completo pero obtuve otros nuevos gracias a mamá- Levantó los dedos haciendo que las plantas crezcan de forma colorida y hermosa.

-Ahora utilizo magia. Hechizos heredados por mi madre bastante fuertes que pueden servir para todo- Se incorporó soltando un fuerte suspiro y al voltearse observó aquel rostro suave. Hay una pizca de tristeza en él pero también felicidad y agradecimiento.

-Entonces... ¿Esa fue tu razón para dejarnos esa noche?- El jardín quedó en un profundo silencio. Tan intenso que se podría cortar con un cuchillo.