Obssession || WinRina G!P

13

—¡BASTA, KIM! ¡DETENTE! ¡LE QUEDÓ CLARO!

—¡CÁLLATE LA MALDITA BOCA!

El sonido a golpes secos era aterrador, similar a cuando golpeas carne sin huesos, pero Winter estaba lo suficientemente aturdida como para prestar atención a la escena frente a ella. Sus manos hechas puños siguieron golpeando con fuerza bruta a la chica debajo de ella.

Estaba furiosa. Su vista estaba nublada por sus propias lágrimas y un sabor asqueroso a sangre en su boca.

—Llamaré a los guardias, Kim.

Las palabras sonaron por encima de los golpes, a pesar de que no fueron gritadas.

Winter detuvo sus manos poco a poco y miró con rabia a la chica a su lado—. No me importa, de todos modos dudo que hagan algo —se levantó como si nada, con sangre en sus manos, rostro y ropa—. Estaba condenada. Todas lo estamos, será mejor que finjas que no lo viste.

Sonrió torcido.

Manobal se tensó, pero dejó salir un suspiro al mirar detrás de Winter al cuerpo inerte de esa chica.

—Sabías que estas cosas suceden —comenzó—. Pero supongo que esto ayuda a que no traten de hacerte nada, de nuevo.

Winter alzó sus hombros y pasó de largo, dejando un olor horrible a su paso. Manobal solo arrugó la nariz, disgustada. Pero terminó cubriendola.

...

Winter se miró en el espejo del baño, otra vez esos recuerdos llegan de la nada, observó a detalle cada cicatriz existente sobre su piel desnuda, que ya había perdido el bronceado de prisión.

Bordeó con sus dedos las palabras sobre su abdomen y sonrió.

—Jiminnie...

Su mirada subió a su propia cara y cuando notó su expresión, la desvaneció. Agitó su cabeza ligeramente.

—Necesito esas pastillas —miró de nuevo su cuerpo—. No, no, solo debo volver con Rina y todo tendrá sentido, ¿no?

Se miró por demasiados minutos hasta que su propio rostro comenzó a ser retorcido. Desagradable.

—Estoy bien, estoy bien, estoy bien...

Dos toques a la puerta la despertaron de su pérdida de razón.

—Minjeong-ah, ¿todo bien?

Se miró de nuevo y su reflejo le sonrió.

—Todo bien. Estaba lavando mis dientes.

...

Después de salir del baño, fue hasta la cama con Jennie, pero ninguna parecía querer dormir todavía.

La mano de Jennie apretó suavemente la mejilla de Minjeong, ambas se miraron fijamente, aunque Minjeong solo frunció sus cejas sin comprender por qué la miraba tanto.

—¿A veces no piensas que estar con Jimin te estancó? Quiero decir, ella te salvó, pero no significa que estar juntas sea lo correcto —Jennie subió su mano libre y jugó con un mechón del cabello de Minjeong—. Cuando estabas con ella te veías sin rumbo, e incluso recordabas cosas que deseabas olvidar. Quiero entender exactamente qué te hace querer volver.

—No creo que deba responderte esto.

—Sí, tienes un buen punto, pero a veces quisiera descifrarte.

La mirada y el comportamiento de Jennie le eran algo familiares. Eso no terminó bien, recordó.

—¿Cuándo podré ver de nuevo a Haewon? Le prometí que lo haría pronto...

El nombre de su hija se sentía raro al salir de su boca. Se sentía distante y al mismo tiempo no, su comportamiento defensivo y detonante no parecía estar allí cuando se trataba de ella.

Solo quería protegerla. Jimin y ella la hicieron, no podría odiar algo así, era una afirmación de su amor y hasta donde podían llegar por sentirse conectadas. Haewon era lo único bueno en su relación.

Rompió su hilo de pensamientos cuando sintió los labios de Jennie sobre los suyos, no se movió, pero tampoco hizo nada por alejarla.

—Lo siento, algo en tu responsabilidad materna te hace ver atractiva —Minjeong frunció el ceño—. Mi ex esposo era un idiota, a mi hijo lo cuida su madre, él no está interesado más que en chicas. Pero tú solo tienes ojos para dos personas, y una de ellas es tu hija, así que es algo atractivo.

—Antes de Jimin, pensé en suicidarme, no tenía sentido para mí vivir. Pero ella llegó como una respuesta a mis dudas, como una parte de mí que necesitaba construirse y pensé que amarla lo suficiente y protegerla era lo ideal. Entonces me dejó y tuvo a nuestra hija en secreto.

Minjeong era extraña. Eso pensaba Jennie.

>> Haewon tiene el nombre de mi madre, Jimin se lo puso, y todavía no comprendo la razón. Pero lo hizo. Estuve molesta al respecto, me pareció ofensivo y sentí que estaba burlándose, de lo que viví, pero creo que es solo ella siendo... ella. Solo deseo que se sienta como yo me sentí todos esos años sola y extrañándola.

Esa respuesta debería indicarle a Jennie que claramente alguien no estaba haciendo bien lo de terapia. Pero, a pesar de eso, solo asintió tranquila, casi comprensible.

Winter cree que su "padre" quiso hacerle exactamente eso. La hizo sentir miserable todo ese tiempo solo porque fue su culpa que su madre no esté más.
Pero de alguna forma la apreciaba, de una forma retorcida.

Y es frustrante que no pueda sentirse realmente enojada con ninguno de los dos. Ella no pidió nacer diferente y tampoco quería ser tratada así.

Pero es su pasado, la marcó y ahora está entre seguir los pasos o no hacerlo. Karina es realmente su obsesión, su única fe de que alguien la ha visto en su peor forma y pensó que todavía podía amarla. Y su hija es el producto de una decisión egoísta de Karina. Son tal para cual.

No importa qué tanto tarde en regresar a Jimin, sabe que es lo que se supone que debe hacer. No hay alternativas, segundas oportunidades o algo mejor que eso.

—Ella es aquello que tanto buscan las personas. Jimin es mi estabilidad. Pero necesita aprender algunas cosas.

Jennie palmeó suavemente su cabeza, Winter la miró fijamente sin saber qué decirle.

—Antes del padre de Renjun, conocí a alguien, fueron 2 años increíbles. Y creo que tengo un problema con las chicas problemáticas, ¿sabes? —Sonrió con nostalgia en sus palabras—. Verte me recordó a ella, nunca fui a visitarla en prisión, pero a veces me llegan cartas con su firma. Solo que ya no soy esa chica de 19 años que le gustaban las situaciones peligrosas, tengo un hijo, un trabajo y no puedo dejarlos.

Eso pareció llamar la atención de Winter, nunca se esperó algo así, pero tendría sentido el por qué no parecía asustarle tanto su presencia.

—¿Sigue en prisión? —Preguntó con cuidado, Jennie asintió—. ¿Cómo se llama?

Vio a Jennie dudar por primera vez, ella siempre se mantenía firme. Pero hoy sus pupilas temblaron.

—Cuando te vi desnuda, no me asombraron las marcas en tu piel, era algo que esperaba— aclaró, soltó una risa nerviosa—. Pero cuando bajé más mi vista sentí mi corazón en la boca. Nunca podría olvidar esa caligrafía, no cuando cada cumpleaños recibo una carta con esa misma letra.

Minjeong no recuerda mucho ese día, su mente no estaba realmente allí. Se desconectó. Pero entendió casi de inmediato sus palabras y de qué y quién hablaba...

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Un mes después regresó, corto, pero son varios que subiré. 
Quiero profundizar en Winter y esperó se esté notando cierto detalle importante.

Gracias por leer 💭