La historia de One Punch Man normalmente se desarrolla en la Tierra, pero uno de los villanos más conocidos no es de aquel planeta. Así es "Lord Boros", conocido por ser el más fuerte de su raza, una raza alienígena guerrera. ¿Pero qué pasaría si la...
Una época de paz y tranquilidad se extendía por todas las ciudades. No ocurría nada especialmente grave ni se reportaban incidentes que requirieran la intervención de los héroes de alto nivel. Mientras tanto, Goku seguía con su rutina, aprovechando esta calma para enfocarse en asuntos personales. Su investigación sobre el paradero del Doctor Genus había sido una prioridad, pero tras discutirlo con Zombieman, este último decidió asumir la búsqueda por completo.
Zombieman: "Si algo cambia o se organiza una operación, te avisaré de inmediato. No es necesario que sigas viniendo todos los días."
Le aseguró Zombieman. Con esas palabras, Goku ahora contaba con mucho más tiempo libre y una oportunidad perfecta para mejorar sus habilidades.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Decidió entonces retomar el entrenamiento de su vuelo, pues desde el incidente en la isla no había tenido una práctica real y sentía que su velocidad se había estancado. Esta vez, Goku quería perfeccionar no solo la velocidad, sino también su capacidad de combate en el aire. Hasta ahora, su vuelo había sido principalmente un medio de transporte para interceptar amenazas, pero peleando en el aire era aún inexperto. Así que comenzó a realizar ejercicios específicos, lanzando combos y entrenando su equilibrio mientras se desplazaba a distintas velocidades en el aire, intentando pulir su control y maniobrabilidad como guerrero aéreo.
Sin embargo, el vuelo no sería lo único en lo que Goku enfocaría su energía. También retomó su entrenamiento en la máquina de gravedad. Aunque esta solo alcanzaba hasta veinte veces la gravedad de la Tierra, un nivel al que ya estaba acostumbrado, Goku se esforzaba por aprovechar al máximo cada sesión. Recordando la increíble velocidad de Flashy Flash, decidió que quería alcanzar —o incluso superar— ese nivel de rapidez. La máquina de gravedad era ideal para ello: al moverse en un entorno de alta presión, Goku obligaba a su cuerpo a reaccionar con más fuerza y velocidad en cada movimiento. A medida que entrenaba, su velocidad aumentaba progresivamente, y con cada entrenamiento, su resistencia y reflejos mejoraban visiblemente.
Con el tiempo, Goku tuvo una idea y se dirigió a los científicos responsables de la máquina de gravedad.
Goku: "¿Creen que podrían mejorarla?"
Les preguntó, entusiasmado.
Goku: "Tal vez aumentar la gravedad o hacerla más espaciosa para entrenar mejor."
Tras discutirlo y recibir la autorización de la Asociación de Héroes, los científicos estuvieron de acuerdo en desarrollar una versión mejorada de la máquina. No obstante, advirtieron que el proceso llevaría un buen tiempo. Goku aceptó la situación con una sonrisa. Mientras tanto, continuaría entrenando como siempre, decidido a llevar su cuerpo y habilidades al siguiente nivel.
Goku no solo dedicaba su tiempo al entrenamiento, sino que también aprovechaba la época de paz para pasar más tiempo con sus amigos y la gente del dojo. En una de sus visitas al grupo blizzard vería la casi relación formal entre Suiryu y Fubuki. Al enterarse, Goku no pudo evitar acercarse a Suiryu y, con una gran sonrisa, felicitarlo sinceramente.
