La historia de One Punch Man normalmente se desarrolla en la Tierra, pero uno de los villanos más conocidos no es de aquel planeta. Así es "Lord Boros", conocido por ser el más fuerte de su raza, una raza alienígena guerrera. ¿Pero qué pasaría si la...
Después de haber dejado a Goku descansando en la cama, Bang se dirigió a cumplir con su jornada de clases. A medida que instruía a sus alumnos, la ausencia de Goku no pasó desapercibida. Los estudiantes, acostumbrados a la presencia constante del pequeño, le preguntaron sobre él.
Mientras Bang se dirigía hacia el dojo, uno de sus estudiantes se le acercó con una pregunta.
Alumno 1: "Maestro Bang, ¿Dónde está el pequeño Goku? No lo hemos visto todo el día."
Bang, tratando de evitar preocupaciones innecesarias, respondió con una sonrisa forzada.
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Bang: "Ah, está enfermo hoy. Necesita descansar."
Al terminar su jornada, Bang no podía dejar de preocuparse por el estado del pequeño Saiyajin. Se apresuró a regresar al dormitorio, su corazón palpitaba con cada paso. Al llegar al cuarto, vio a Goku recostado en la cama, aparentemente aún dormido.
Bang se inclinó junto a la cama, observando con ansiedad.
Bang: "Vamos, Goku. Despierta, por favor."
Con el corazón acelerado, Bang se inclinó sobre la cama y examinó a Goku. El pequeño seguía profundamente dormido y Bang comenzó a temer lo peor, imaginando que Goku podría estar en un estado de coma. La desesperación comenzaba a hacer mella en él.
De repente, Goku movió ligeramente su cabeza, sus ojos empezaron a abrirse lentamente. Miró alrededor con una expresión de total confusión, como si estuviera intentando recordar dónde se encontraba y cómo había llegado allí. Sus ojos se encontraron con los de Bang, pero Goku no mostraba signos de alteración o miedo, solo curiosidad infantil.
Bang, al ver que Goku estaba despertando, sintió una oleada de alivio.
Bang: "¡Vaya! Pensé que no ibas a despertar."
Goku, aún desorientado, continuó mirando a Bang sin decir una palabra. El pequeño se incorporó lentamente, girando su cabeza de un lado a otro mientras intentaba comprender el entorno desconocido. Bang, al ver la confusión en los ojos de Goku, no pudo evitar una ligera sonrisa, sintiéndose más aliviado al notar que el niño estaba simplemente aturdido y no gravemente herido.
Bang: "Tranquilo, Goku. Estás en un lugar seguro."
Goku parpadeó varias veces, su expresión aún era de incertidumbre, pero ahora parecía más relajado al ver que Bang estaba cerca. Mientras el anciano lo observaba, se preguntaba si podría haber algún impacto duradero del golpe, pero por ahora, se sintió agradecido de que el pequeño estuviera consciente y relativamente en una sola pieza.
Bang se acercó, listo para ayudar a Goku a levantarse, mientras se preparaba para calmarlo y asegurarse de que estuviera bien.
A partir de ese día, el cambio en Goku fue notable. El niño que antes era una tormenta incesante, corriendo sin rumbo, persiguiendo insectos y pequeños animales, ahora se mostraba sorprendentemente calmado. Las rutinas diarias, como el baño y el vestirse, que antes eran batallas épicas, se volvieron momentos de tranquilidad. Goku ya no se resistía a que Bang envolviera su cola ni se inquietaba por el simple acto de vestirse. Todo parecía haber cambiado repentinamente, y Bang no pudo evitar preguntarse si el golpe en la cabeza había tenido algún efecto en el pequeño.