La historia de One Punch Man normalmente se desarrolla en la Tierra, pero uno de los villanos más conocidos no es de aquel planeta. Así es "Lord Boros", conocido por ser el más fuerte de su raza, una raza alienígena guerrera. ¿Pero qué pasaría si la...
La semana transcurrió con Goku y Garou entrenando intensamente en el dojo. Garou mostraba cada vez más progreso, llegando a aguantar varios segundos en combate contra Goku, aunque aún no le habían enseñado nuevas técnicas avanzadas. Observaba con detenimiento cómo Goku, en su propio entrenamiento, utilizaba otras artes marciales además del Water Stream Rock Smashing Fist. Garou veía cómo Goku dominaba con fluidez el Whirlwind Iron Cutting Fist de Bomb, e incluso, en ocasiones muy contadas, usaba el peligroso Exploding Heart Release Fist.
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Una técnica que particularmente intrigaba a Garou era el Awakening Breath, una habilidad del mismo Water Stream Rock Smashing Fist que permitía amplificar las capacidades físicas al máximo. Sin embargo, tanto Bang como Goku se negaban a enseñársela, siempre usando la misma excusa: "Eres demasiado joven, tu cuerpo no podría soportarlo". Frustrado por la insistencia en limitar su potencial, Garou le rogó a Goku que le enseñara la técnica, argumentando que si llegaba a enfrentarse a alguien como Suiryu en el torneo, esa habilidad le daría una mejor oportunidad de victoria.
Goku, tras pensarlo un instante, accedió. Logró convencer a Bang para que permitiera que Garou empezara a aprender la técnica bajo su supervisión. Aunque inicialmente reacio, Bang aceptó con una advertencia: Garou debía tener cuidado de no excederse y lastimarse.
A pesar de que Garou había conseguido acceso a una nueva técnica, no se conformó. Decidió aprender por su cuenta aquellas artes marciales que todavía no le enseñaban formalmente. Así, comenzó a practicar en secreto el Whirlwind Iron Cutting Fist. Para su sorpresa, no le resultó tan difícil, y logró concentrar su Chi lo suficiente como para generar ráfagas de viento cortantes, destruyendo trozos de madera sin mucha dificultad. Con un aire de satisfacción, pensó para sí mismo que tenía un gran potencial y no comprendía por qué se le prohibía alcanzar un nivel superior.
Mientras tanto, Genus y sus mutantes seguían siendo buscados por todo el mundo. Goku, en sus pocos ratos libres, aprovechaba para recorrer todo el supercontinente en busca de alguna pista que lo condujera a Genus, pero, para su frustración, no lograba encontrar ni un solo rastro del científico loco.
Un día, mientras saltaba ágilmente entre los árboles, Goku divisó a lo lejos a alguien entrenando solo en medio del bosque. La escena le pareció curiosa, así que decidió acercarse para ver de qué se trataba. Era un tipo que parecía un ninja, vestido con ropas oscuras, empuñando una espada y lanzando shurikens con precisión hacia un árbol cercano.
El ninja estaba tan concentrado en su entrenamiento que no notó la presencia de Goku hasta que éste, con toda naturalidad, le tocó el hombro y lo saludó.
Goku: "¡Hola! Soy Go—"
Pero antes de que pudiera terminar la frase, el ninja, reaccionando instintivamente, giró en el acto y lanzó un tajo con su espada, que Goku esquivó por poco.
Sorprendido por la velocidad de su oponente, el ninja apuntó su katana hacia Goku y le preguntó con voz firme quién era.
Goku, levantando ambas manos en señal de paz, respondió tranquilo.
