La historia de One Punch Man normalmente se desarrolla en la Tierra, pero uno de los villanos más conocidos no es de aquel planeta. Así es "Lord Boros", conocido por ser el más fuerte de su raza, una raza alienígena guerrera. ¿Pero qué pasaría si la...
Luego de la derrota de Carnage Kabuto, Goku se encontró frente al Dr. Genus, aún temblando por lo ocurrido. Genus, tras un profundo suspiro y sin otra opción, finalmente guiaría a Goku al lugar donde tenía oculto a Garou.
Durante el trayecto, el ambiente estaba cargado de tensión. Goku, aún irritado, reprimió duramente a Genus.
Goku: "¿En serio creíste que me iba a quedar tranquilo después de lo que hiciste?"
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Goku lo miraba fijamente, su tono grave. El recuerdo de haber sido conducido al ascensor equivocado para pelear contra una bestia asesina le molestaba. Genus, nervioso, apenas pudo articular una respuesta mientras los tres mutantes se mantenían en completo silencio, demasiado traumatizados para hablar.
Dr. Genus: "No era mi intención..."
Murmuró Genus.
Al llegar al destino correcto, tomaron el ascensor adecuado. Este descendía profundamente en las entrañas de las instalaciones. Al abrirse las puertas, Goku se encontró con un pasillo repleto de cuartos dedicados a experimentos con criaturas. A través de una ventana, pudo ver a Mantis, una criatura que Garou había dejado fuera de combate, recuperándose de un aparente daño cerebral. Sin embargo, eso apenas captaba la atención de Goku.
Finalmente, llegaron al cuarto donde tenían a Garou. Al verlo, la furia contenida en Goku estalló. Garou estaba dormido y acostado en una cama metálica, con una bata de paciente blanca que cubría su cuerpo, sus extremidades inmovilizadas por gruesos grilletes de metal que lo mantenían completamente atrapado. Tenía una máscara de anestesia sobre su rostro y alrededor suyo había un montón de maquinaria y líquidos extraños que parecían estar listos para ser utilizados en experimentos siniestros.
La rabia ardía en su pecho al ver el estado en que tenían a Garou, reducido a un simple experimento. Sin perder tiempo, se acercó rápidamente a la puerta que daba a la habitación. En lugar de permitir que Genus la abriera con su mano en el lector de huellas, Goku, impaciente y furioso, la derribó de una sola patada, arrancándola de sus bisagras con un estruendo metálico.
Dentro, Goku avanzó decidido hacia Garou, arrancándole la máscara de anestesia de un solo tirón, permitiendo que el joven guerrero respirara libremente. Luego, con una precisión impresionante, Goku utilizó el Piercing Fang, rompiendo con sumo cuidado los grilletes metálicos que aprisionaban las extremidades de Garou. Cada movimiento era meticuloso, asegurándose de no causarle daño adicional mientras liberaba al que consideraba no solo su discípulo, si no también su hermanito menor.
Cuando terminó, levantó a Garou con facilidad, colocándolo sobre su hombro. Mientras salía del cuarto, no dedicó ni una sola mirada más a las máquinas ni a los artefactos retorcidos que habían sido destinados para experimentar con el joven guerrero.
Los tres mutantes, Slugerous, Ground Dragon y Rana, permanecían completamente inmóviles y aterrorizados. No sabían qué hacer ni decir. El mismo Dr. Genus parecía haber perdido su compostura por completo. Su rostro estaba pálido, y gotas de sudor recorrían su frente.