Capítulo 6

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Me encontraba en la escuela estudiando con Andrew bajo la sombra de los árboles cuando llegó Noah.

—¿Qué haces? —pregunta sentándose entre Andrew y yo.

—Estoy estudiando.

—¿Qué estudias?

—Esto —Andrew señala el cuaderno donde tiene anotados varios temas.

—¿Tienes examen? —me pregunta Noah, leyendo el cuaderno.

—Sí, mañana a primera hora —responde Andrew.

—Le preguntaba a ella —murmura Noah, frunciendo un poco el ceño.

—Y yo te respondí por ella —dice Andrew sin despegar la vista de sus apuntes—. La estás interrumpiendo. Si no saca buenas notas, va a ser tu culpa y sus padres se van a molestar.

No me agradó que Andrew dijera eso; sin embargo, tiene razón, así que me limito a no protestar.

—¿Te regañan? —me interroga de nuevo Noah.

—A veces se enfadan conmigo —asiento— y me ponen algún castigo.

—Conmigo nunca se han enfadado, con tal de que no repruebe ninguna materia, todo está bien.

—Qué suerte —comento sincera—. Yo tengo que sacar notas impecables.

—Debe ser difícil.

—Al principio sí, pero ahora ya me acostumbré.

—Y si sigues interrumpiendo, vas a provocar que no saque 10 —interrumpe Andrew de nuevo.

—Ok, continúa estudiando, nos vemos después —dice Noah poniéndose de pie y dando pasos sin ganas.

—Adiós —murmuro, volviendo a mis ecuaciones.

—¿Puedo quedarme mientras estudias? —pregunta de repente Noah, nuevamente frente a mí.

—No —rechaza Andrew.

Noah lo ignora por completo y me mira con las cejas levantadas, esperando mi respuesta.

Si le digo que sí, Andrew se va a molestar conmigo y probablemente no voy a estudiar igual. Pero si le digo que no, va a ser muy grosero de mi parte.

—Puedes quedarte, pero sin interrumpir.

—Solo te voy a hacer compañía —sonríe y hace como si cerrara su boca con un cierre imaginario.

Andrew mueve la cabeza negando y me regala un gesto de desaprobación. Noah se sienta donde estaba anteriormente y destapa una paleta de color azul.

—¿Quieres? —me ofrece.

—No, gracias —niego.

—¿Quieres que vaya por una para ti? —ofrece.

—No me gusta comer cuando estudio —miento, para no decir que en realidad me da cosa compartir de lo que alguien más está comiendo.

Trato de seguir con mis cálculos, pero se me complican. He estudiado la mayor parte de mi vida con la mirada de distintas personas clavada en cada uno de mis movimientos —mis tutores—, pero no entiendo por qué, con la mirada de Noah, me resulta difícil concentrarme.

—Utiliza otro método —sugiere mirando mis apuntes.

—¿Dónde?

—Aquí —señala mi cuaderno—. Si sigues con ese método, solo vas a poder despejar la X, pero si usas otro, aunque es un poco más difícil, podrás despejar ambas variables, y creo que el resultado será correcto.

Un tatuaje sin tintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora