Cap. 17 La calma.

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Genis me levanto a primera hora como lo prometió, me había dormido con uno de los camisones cortos que formaban parte de mi nuevo armario con detalles de flores bordados.

Me puse de pie casi de un salto y comencé a caminar descalza fuera del cuarto.

- Señorita espere! - intento detenerme Genis.

- Cuida a los cachorros, ya regreso. - le dije sin dejar de caminar.

Me detuve frente a las puertas del cuarto de Zagreo tomé una bocanada de aire y abrí las puertas sin tocar, cerrándolas a mi espalda.

El cuarto era un desastre, ropa regada por todos lados, copas sobre una mesita, sábanas en el suelo, todo bajo la luz del sol.

Quedé boquiabierta mirando el desorden cuando note que él no estaba en su cama, pero prefería encontrarlo dormido a verlo salir del cuarto de baño con una tela amarrada a su cintura cubriendo su miembro y parte de sus muslos, una escasa parte y nada más, absolutamente nada. Pasaba su mano por su cabello mojado.

Acababa de tomar un baño y se detuvo en seco cuando me vio, aunque apostaría a que venía por el ruido de la puerta.

El paso su vista por todo mi cuerpo, de pies a cabeza ida y vuelta, ligeramente perdido y se relamió de forma sutil. Entonces note que no fue la mejor idea venir de camisón, pero me preocupaba que si me vestía perdería tiempo y no lo alcanzaría.

A mi también me afectó verlo semidesnudo, su torso estaba bien definido y trabajado, con algunas cicatrices adornándolo. Por un momento me fallaron las piernas y creí que iba a caerme pero no pasó. Recordé lo molesta que estaba y me acerque a él.

- Ahora que demonios te ocurre? - levante un poco la voz.

- Yo? ¡Tú eres la que entra a mi cuarto en camisón y sin avisar! - me dijo indignado.

- Es en serio? - solté molesta - sabes que es normal que una esposa no avise a su marido cuando va a entrar, no?!

Me desvío la mirada un poco avergonzado.

- Sabes que es normal que un marido vea a su esposa en camisón, verdad?!

Cada vez yo me acercaba más y él solo buscaba ver cualquier otra cosa que no fuera yo.

- Sabes que es normal que una esposa vea a su marido por lo menos una vez al día?!

- Qué quieres de mí?!- me dijo ahora frustrado

- Que te intereses! Llevo días aquí y Genis tuvo que enseñarme el lugar porque para ti yo no soy nada!.

- ¡Es complicado Harmonia! ¡Deja de actuar como una niña!. - eso me enfureció más.

- Como una niña?! ¿Por qué? dime!- ya estaba frustrada- Por querer pasar tiempo con mi esposo?! ESPOSO Zagreo, como puedes relacionarlo.

- ¡Deja de decirlo! - se sostuvo la cabeza con una mano.

- Qué?! Esposo?! - él solo gruñó molesto. - acaso no te gusta como suena esposo?

- ¡Callate ya!

- ¡No! ¡Vamos dime por favor! - dije agregándole sarcasmo - que es lo que te genera la palabra?!

- ¡Me genera asco!- asco... quizás eso le generaba yo también.

- La palabra esposo?! - le dije quitando su brazo de su cara - o que yo la diga?! - el me juzgo - vamos! Yo te genero asco, solo admitelo!

- ¡Estás diciendo idioteces sin sentido! - me miró molesto - me causas todo menos asco.

- Pues demuéstralo! - explote sientiendome una idiota por pedir algún indicio de su parte.

- ¡No puedo! - salió hecho una furia a su armario y cuando lo seguí tomó lo primero que encontró, se lo coloco mientras caminaba fuera de la habitación conmigo pisando sus talones.

HarmoníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora