Cap 3. Los 24

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El silencio inundó el lugar y era evidente la inquietud de algunos cuando de entre todas las puertas la más grande ubicada en el centro se abrió.

Un dios alto y canoso con una barba bastante larga, que poseía una masa muscular ancha y fuerte entro a paso firme, Zeus.

El completamente inconfundible dios de dioses, con el don del rayo. Se dirigió al centro del circulo que conformaban nuestros asientos.

- Hoy como cada siglo nos reencontramos para presentar a los dignos hijos de sus padres - exclamó con los brazos abiertos - ellos nos sirven para recordar que los dioses somos superiores y capaces de dividir nuestras tareas y legados! -

Aplausos de los balcones.

- Dicho esto y como es costumbre comenzaremos con mis hijos - una sonrisa de orgullo lo ilumino cuando vio a su hijo Arcas.

- Arcas!- el aludido se paro e inclino la cabeza en señal de respeto y saludo. - Y mi hija Eris! - ella no era como su hermano, cualquiera lo notaria al instante. Mientras Arcas lucia un aura perfecta y pulcra su hermana emanaba caos y oscuridad, era notorio aun viéndolos vestidos iguales.

Todos aplaudieron a los jóvenes con emoción y estos al cabo de unos segundos volvieron a tomar asiento.

La ronda de presentación comenzó a circular mientras repetía en mi cabeza intentando memorizar a cada uno y a su progenitor.
Como de costumbre Hestia y Artemisa no presentaron a nadie pues se mantienen como las diosas poderosas y vírgenes, ellas están entre los catorce grandes y poderosos aún que no tengan tronos para herederos.

Luego de los hijos de Zeus van los de Poseidon en esta ocasión fueron Hirieo y Etusa.

Y así continuó.
Hera: Ilitia y Enio
Demeter: Pluto y Persefone
Hermes: Pan y Palestra
Ares: Fobos y Deimos

En cuanto mis hermanos tomaron asiento supe que era nuestro turno y mis manos que descansaban sobre mi regazo comenzaron a sudar sin parar.

- Afrodita, la diosa del amor y la belleza presenta en esta ocasión a Eros y Harmonia- juntos nos pusimos de pie, mientras mi hermano agachaba la cabeza yo me incliné ligeramente en forma de respeto, los presentes aplaudieron con emoción.

Zeus nos dirigió una sonrisa que a mi juzgar era de aprobación, como si le hubieran mostrado exactamente lo que esperaba ver. La ronda siguió...

Hefesto: Euclea y Erictonio
Atenea: Kalisto y Nerva
Apolo: Aristeo y Apolonia
Dionisio: Himeneo y Telete

- Y por último! desde el inframundo Hades presenta a Zagreo y Macaria- Los señala con la mano y estos se levantan con la cabeza en alto inclinándola sutilmente a modo de saludo. Su aura era oscura demasiado para el ojo humano y peligroso ante los nuestros, era una belleza jodidamente atractiva y cautivadora. Esto tenia sentido ya que mi madre y Persefone eran bastantes cercanas, no me sorprendería que hubiera bendecido sus embarazos.

Los aplausos dieron su última aprobación cuando Zeus los interrumpió.

- Espero que este sea un siglo prospero, de talentos y alianzas capaces de unir regiones y destruir lo adecuado, un aplauso para todos los herederos! Y la mejor de la fortuna!.

Todos nos pusimos de pie mientras los aplausos inundaron la sala por unos segundos.

- Que comience el festejo! - exclamó Zeus antes de retirarse de la ronda de asientos. Mientras los jóvenes comenzaron a dispersarse y los demás comenzaron a bajar de sus balcones.

Mire a Eros que se veía mucho más relajado y me sonrio de forma calida.

- Lo peor ya pasó - sonaba convencido así que asentí

HarmoníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora