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Tweek estaba en la puerta del instituto, esperando a los chicos. Al fin vio bajarse del autobús a Kenny, quien iba distraído hablando con alguien por el móvil. El más bajo se le acercó y le sonrió.
-Buenos días, cari.
-Uhm... Hemos hablado de esto.
-Ah, si... Hola, Kenny.
-Mejor. ¿Qué tienes a primera hora?
-Uhm... Lengua.
-Va. ¿Me acompañas al baño?
-Si, claro...
Los dos rubios entraron en una de las cabinas. Kenny soltó la mochila en el suelo y besó al otro chico, empujándolo contra la puerta mientras este devolvía el beso. Al poco tiempo, el más alto ya se había quitado la chaqueta del calor que le había dado la sesión de besos apasionados. Tweek se apoyó en su hombro y suspiró.
-Ken...
-¿Si?
-He pensado en... Bueno... No sé si querrías... ¿Salir públicamente?
-¿Estás de coña? Ni hablar. Si la gente se entera de que me besuqueo por ahí con un tío estoy muerto.
-Uh... Si, es verdad.
Kenny lo volvió a besar, parando tras un rato a coger aire.
-¿Y que quieres?
-¿Uhm?
-Que... No se. Que quieres entre... Tú... Y yo...
-Sabes que no me gustas. No voy a salir contigo.
-Si, lo se, pero... ¿Esto no significa nada para ti?
-Ya empezamos otra vez...
-No, Ken, yo solo...
-Mira, Tweek. Si te vas a poner paranoico en plan "no se que somos." "Quiero que esto sea con sentimientos" y demás, se acabó. ¿Entiendes? Dejé en claro que no me gustas. Si te vas a poner pesado, lo dejamos.
-¿Dejar que? Si se supone que no somos nada.
El rubio más alto empezó a reírse.
-Vamos a ver, yo no soy nada tuyo, pero tú eres mi perra. ¿Okay?
-Si... Lo siento...
-Ugh. Ya me has quitado las ganas de seguir. Vete a clase, anda.
-Perdón.
-Que me la suda. Vete.
-Adiós...
Tweek se fue cabizbajo, poniéndose los auriculares mientras se iba a clase.
Sabía que ahora Kenneth se pondría a fumarse algo en el baño para relajarse, aunque no lo relajase. Pasaron las horas, lentas, muertas. El rubio esperaba con ansiedad que sonase el timbre para ver a Ken otra vez. Al fin podían irse. El chico esperó al otro rubio en la salida del instituto. Cinco. Diez. Quince minutos.
-Holi.
-Hola.
-¿Dónde estabas?
-En dirección.
-¿Por qué?
-Me han pillado fumando.
Tweek rió un poco, cubriéndose la boca.
-No es gracioso. Me han echado un parte.
Los dos andaron en silencio un rato. Kenny no paraba de chatear con alguien. Tweek no quiso ser cotilla, pero la curiosidad lo estaba matando. Y en el fondo, también tenía miedo de que...
-¿Con quien hablas?
-¿Sabes esa chica con las mechas en el pelo?
-¿Tammy?
-Si, esa. Me estoy hablando con ella. Creo que le gusto.
-Oh... Me alegro.
-Hemos quedado este martes para ir a por algo de beber.
-Pero este martes habíamos quedado tú y yo.
-Pero a ti no te importa, ¿Verdad?
-Kenny... Sabes que necesito esas quedadas o me ahogo en estrés.
-Es solo una vez, no exageres.
-Cari...
-Que no me llames cari en publico.
-Ugh... Me estoy empezando a cansar un poco de esto.
-¿Cómo?
-Que... Uff, parece que solo me quieres cuando estamos solos. No puedo tocarte en publico. No puedo llamarte apodos. No puedo hacer nada.
-Porque no somos nada.
-Me lo dices después de haberme ofrecido intentar una primera vez el otro dia.
-Pero sin sentimientos. Y ni la hicimos.
-Ugh... ¿De verdad que no sientes ni lo más minimo por mi? Yo no voy por ahí invitando a mis amiguitos a una primera vez.
-Tweek, déjalo ya.
-No, es que... Me confundes. ¿Que hago mal como para que no quieras nada conmigo, solo líos y gilipolleces así, y en privado?
-Oh, puedo decirte una lista de cosas que has hecho mal, pero luego te harás el ofendido, lloriquearas a Pete y me llamarás tóxico.
-Uh...
-¿Te recuerdo lo que eres sin mi?
-El rarito de 4°B... Si, lo se.
-Pues eso mismo. Deja de quejarte y agradece que te haya besado si quiera.
-Pero, Kenny...
-Mira, ya me has hartado otra vez. Largate.

Kenny se despertó abatido por su pesadilla, que le recordó su...¿Relación? Con Tweek. Woah. Le había dolido como una patada en los huevos. Se levantó a por un vasito de agua, y se dió cuenta de que ya era la hora de levantarse y prepararse para ir al insti. Se vistió y se peinó. Se fue andando, porque no tenía ganas de ir en el autobús. Por el camino, se encontró una zarigüeya muerta. Su sangre teñía la nieve de la acera. Kenny la miró con pena, y a la vez, no pudo evitar compararlo con su día a un día, muriendo, y muriendo, y muriendo, y muriendo, y muriendo, y muriendo, y muriendo...
-Buenos días, Ken.
-Oh... Hola, Leo.
-¿Que piensas?
-Nada... Cosas.
Los dos llegaron juntos al instituto, y fue cuando Kenny se murió de celos.
Craig estaba abrazando a Tweek, justo después de haber llegado juntos. ¿Que pasaba entre esos dos? ¿Estaban juntos o que? Se pasó toda la jornada pensando y pensando... Maldita sea. Le dolía la cabeza.

★Antihero★ AU Superhéroes South Park Donde viven las historias. Descúbrelo ahora