Nostalgia abrumada

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ᵈᵉˢᵉᵒ ˢᵉʳ ⁿᶦⁿ̃ᵃ ᵒᵗʳᵃ ᵛᵉᶻ

Las manecillas del reloj corren lentamente,
su marco de fresa es lo único que hay en mi mente
mientras mis lágrimas danzan ardientemente por mis rojas y delicadas mejillas calientes.

Tallos espinosos de rosales ahorcan mi garganta,
poco a poco siento el poso brillante en mi pecho vacío
pues el recuerdo de mi infancia sigue conmigo,
llorando por la desesperación de no saber qué hacer, sentir, vivir... una última vez.

Sus preguntas atormentan mi mente sin saber qué responder,
me siento un carbón al compararme con piedras preciosas,
su intento de abrazarme aprieta el agarre de los tallos,
me siento lejana y solo quiero un abrazo
pero he crecido distante y me cuesta pedirlo.

Sus lágrimas salen de mis ojos,
su tristeza es reflejada en mi rostro,
dentro de éstas cuatro paredes mi ataque se mantendrá oculto
pues no tengo la confianza de hablar sobre lo que mi mente guarda.

Quiero ayudarla, quiero ayudarme,
anhelo poder ser lo que aquella pequeña a soñado
pero es escasa mi confianza, abundante mi miedo del después, del ahora,
del mañana, del hoy.

Ahora su foto se encuentra en mis manos, mojada de sus lágrimas,
mis ojos están cansados y me siento sin alma,
las manecillas se encuentran en cinco números adelante,
su marco de fresa otra vez está en mi mirada vacilante y cansada de esta vida tan miserable junto a mi nostalgia abrumada.

-June Valdéz.





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