Viento, té, conversando con el gato negro

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ᵒᵗʳᵃ ᵒᵖᵒʳᵗᵘⁿᶦᵈᵃᵈ ᵈᵉ ᵛᵒˡᵛᵉʳ ᵃ ᵖᵉⁿˢᵃʳ

Flores blancas y amarillas,
escribo en mi cuaderno de poesía
frente el agua que chocando está con las rocas de la orilla,
tomando té de manzanilla.

El cielo tan celeste, tan frío,
leves gotas caen sobre el río.
Ronroneos comienzo a escuchar,
un gato negro me acompaña en mi soledad,
protegiéndome de todo mal
pues pensamientos del futuro comienzo ver pasar,
la ansiedad no tarda en llegar.

¿Porqué me preocupo por ello?
Aún soy muy joven para pensar en eso,
el gato negro me regala una mirada brillante color cielo.

¿Seré bella al crecer? ¿De qué viviré?
el gato negro se posa cerca de mi té.

¿Aún soy joven, verdad? ¿Amor veré llegar?
sus patas estiradas alcanzaron mis pies.
El viento cálido se tornó,
el gato negro en mi regazo se acercó,
la melodía del piano calma mi temblar,
el gato negro comienza a ronronear.

Tomo nuevamente mi té ahora frío,
sigo escribiendo poemas con ritmo
sin sentido, solo para mí,
acariciando el pelaje suave del felino
proyectando mi miedo en mi libro
de crecer, de envejecer,
escuchando las olas chocar contra la orilla,
fingiendo no haber escuchado mi mente y sus insultos sin rima
sobre mi futuro, mi misterioso futuro,
sabiendo que mañana viviré lo mismo como un siglo sin camino.

-June Valdéz.





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