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Silvio:

Deje mi mochila en el mueble y solté un suspiro.

Estaba muerto, entre los estudios, el trabajo y mi novia estaba acabado.

—¿Mami?— llamé al no escuchar ruido en la casa.

Me acerque a revisar a su habitación y el resto de la casa.

Al parecer había salido, probablemente estuviera trabajando de emergencia.

Subí a mí habitación para cambiarme la ropa y intentar dormir.

Mí alarma comenzó a sonar indicando que ya era hora de que fuera a ver a Flex.

Salí de la cama y tome mí celular y zapatos para bajar y ir a casa de Flex.

Llegué y abrí con la llave para luego cerrar.

Odiaba esta casa, ¿Cómo podía tener su hermano las pelotas para irse a la universidad y abandonarlo con esa vieja que nunca estaba?

Flex está pequeño para quedarse solo tanto tiempo, no debería y menos siendo el niño tan ingenuo y asustadizo que es.

Escuché…¿Quejidos? Eran muy bajos pero me preocupaban¿Se habría caído otra vez?¿Tendría fiebre?

Subí las escaleras sin ganas de gritar y abrí la puerta para abrir mis ojos y no saber cómo reaccionar.

—¡Deja de hacer eso! — le grite tapando mis ojos — Ve a limpiarte, no hagas eso — rogué.

Ahora sabía que había escuchado, esos no eran quejidos eran gemidos.

Flex fue al baño y me senté en la silla para suspirar.

Ay Dios espero lo haberlo traumado, no necesito crea que soy el malo.

Escuché la puerta del baño y lo observé ahora con su ropa acomodada y sus manos limpias.

— Disculpa, no debí gritarte — dije apenado y Flex me miró.

—¿Por qué me gritaste? — Preguntó bajito y yo sentí un pinchazo en el pecho.

Ay no, yo no debería de tratarlo así, tenía quizás su edad cuando comencé a masturbarme no creo que sea la gran cosa.

— Solo son tonterías, te doy privacidad si quieres, iré a hacer la cena — dije levantándome pero Flex negó — Okey, te explicaré pero solo si prometes que vas a cerrar mejor la puerta cuando vayas a hacer esas cosas, es algo privado — le insistí y Flex jugó con su cabello.

Suspiré y pensé como iba a hablar de esto.

Creo es una charla que alguien tiene que darle, Flex merece saber los peligros de el mundo y no descubrirlos por su propia cuenta como yo.

— Bueno, cuando tenía quizás tu edad o un poco menos estaba con unos compañeros de clases en mí habitación y ellos propusieron ver "porno" — dije intentando reír de eso, enserio que había Sido muy inocente.

—¿Qué es porno?— Preguntó Flex y yo mordí mí labio.

— Es…son un tipo de contenido visual de personas mostrando sus órganos sexuales o teniendo relaciones — le expliqué y Flex asintio— Pues…eh…el vídeo avanzo y me preguntaron si era marica o porqué no quería ver mujeres desnudas-

— ¿Que es marica?— cuestionó y mí ojo tembló.

No puede ser verdad.

— Es…es una etiqueta ofensiva para los hombres que gustan de otros hombres — le expliqué— El punto es que por presión social ví estos vídeos y…pues…esto creo un horrible caos en mí sistema — suspiré pensando en eso — Desarrolle una hipersexualidad nada linda y la necesidad constante de estarme masturbando para poder alivianar el estrés lo que ya era algo enfermizo, se siente bien y no te lo niego pero no es normal tenerlo que hacer a cada rato.

Flex sonrió y me miró para jugar con sus dedos.

— Es que estuve dándome un baño y me toque ahí…me gustó un poquito¿Está mal?— preguntó y yo sonreí y negué.

— No, solo estás conociendo tu cuerpecito pero cierra la puerta cuando vayas a hacer estás cosas y no dejes nadie te vea, te recomiendo te laves bien las manos y tengas mucho cuidado con las uñas porque te puedes lastimar ¡Y lavatelas después!— advertí y Flex soltó una risa.

— Creo mi profesor estuvo hablando de eso,  pero no le preste atención — dijo y yo recordé el tema inicial.

— ¿Sabés que solo tú puedes tocarte?— pregunté y Flex asintió — y cuando estés un poco más grande puede tocarte solamente quien tú quieras que lo haga y si alguien se intenta pasar me tienes a mí, siempre me vas a tener a mí — asegure y Flex me abrazo.

—¿Entonces eres mí mejor amigo?— preguntó y yo me incomode.

¿Cuál es la necesidad de flex de afirmar una etiqueta?

— Eh…pues eres de mis mejores amigos — le sonreí y Flex forzó una sonrisa.

Su rostro era muy expresivo, probablemente por su propia condición.

— Bueno, tú eres mí mejor amigo — aseguro y yo lo abrace con fuerza.

¿Mí mejor amigo? [ Silvex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora