¿Mí mejor amigo? [ Silvex]

22)

Flex:

— Espero que no te cause problemas, el último niñero renunció, probablemente sea culpa de que Flex no quiere nunca hacer nada — escuché hablar a mí madre con la niñera que estaba sentada con ella mientras yo solo intentaba terminar la tarea y que las lágrimas no saliera.

Quizás le estorbaba a Silvio así mismo como le estorbo a mí madre y a mí padre.

— Siempre he creído que los niños como Flex solo necesitan carácter y comprensión, mí hermana menor también es neurodivirgente, nunca ha sido un problema — aseguró ella y mí mamá suspiró aliviada.

— Bien, sus medicamentos tienen la hora a la que serán administrados, estaba castigado apenas está recuperando su celular pero que se duerma antes de las nueve, ya me voy, adiós — dijo mi madre tomando su cartera para salir.

Ví a la chica que estaba sentada viéndome y ella sonrió.

— Mucho gusto, Flex, me llamo Linda aunque tu madre ya te lo debió de haber dicho seré tu niñera y tu amiga, y mis amigos me llaman Lin — dijo levantandose para acercarse a mí y verme con una sonrisa.

Se veía mayor que yo, era un poco más alta solamente pero muy bonita.

— No necesito una niñera — fue lo primero que pronuncie y ella sonrió levemente.

— Entonces solo seré tu amiga que te va a cuidar en las noches y a ayudarte con tus inyecciones — dijo con una sonrisa dulce.

Su tono de voz dulce y calmado me gustaba y como había respondido bien aunque yo había sido grosero.

—¿Qué edad tienes?— pregunté curioso y ella sonrió.

— Veinte — abrí mis ojos y ella rió —¿Qué? Sé que aparento menos edad pero soy docente — explicó y sonreí.

—¿Eres maestra?— asintió con la cabeza — ¿Enserio?

— Sí, por ahora solo de prescolar porque me da más tiempo para poder centrarme en mí otra carrera — explicó y le preste mucha atención.

— ¿Estudias dos carreras?

— Sí, quiero ser psicóloga — me explicó jugando con su cabello — Pero mis padres no me ayudan mucho con eso así que por eso trabajo de niñera y como estilista a veces, tampoco la paga de maestra es mucha — dijo y reí con ella— ¿Quieres algo en especial para cenar? Tu madre me comentó no estás comiendo bien — dijo y mordí mis uñas.

— No tengo apetito — confesé para ver los cálculos en la hoja.

— Debes de comer, estás creciendo y necesitas alimentarte, termina la tarea mientras yo cocino y luego la verificamos juntos — dijo y la seguí con la mirada a la cocina.

Obedecí y seguí la tarea intentando no pensar en Silvio, cada que lo hago se me es imposible dejar de hacerlo y con eso que deje de doler.

Lin se acercó y comenzó a revisar la hoja con una sonrisa.

— Oye vas bien— felicitó y la observé — Si quieres ayuda en algo en especial te puedo ayudar — aseguró y mordí mis uñas.

— No lo entiendo del todo — confesé y Lin rió.

— Ven, te explico — dijo sentándose a mi lado comenzando a ayudarme mientras yo la veía atento.

Ella terminó de explicar y sonreí, le había entendido más que al profesor.

— Come antes de que se enfríe — pidió y yo tomé el plato comenzando a comer mientras ella me contaba algunas historias sobre su universidad o los niños y como aclaraba que yo era el más grande al que había cuidado.

(***)

— Bien, quédate quieto — pidió Lin para inyectarme sin que yo sintiera siquiera la aguja— ¿Quieres jugar algún juego antes de dormir?— preguntó y asentí.

Lin se sentó al lado de mi cama y sonó la puerta.

— Yo voy — dijo levantandose para comenzar a bajar.

Me levanté para asomarme en la puerta.

Lin abrió y ví al chico parado en la puerta.

¿Silvio?

Mis piernas temblaron y me aferré a la columna, quería lanzarme a abrazarlo y no soltarlo nunca.

— Buenas noches, disculpe ¿Está Flex en casa?— preguntó Silvio y Lin tomo disimuladamente la escoba detrás de la puerta.

—¿De parte de quién?— preguntó— creo que es algo tarde.

— De parte de silvio…¿Usted quién es? Soy un amigo de flex — respondió y yo ví con ojos llorosos.

¿Me estaba buscando?¿Silvio quería volver? Pensé que dijo que no quería saber más nunca de mí.

— Si no me da una razón para dejarlo entrar se retira — Advirtió Lin y silvio elevó su mirada a mí.

Él se movió y Lin le lanzo un escobazo.

—¡Lin!¡No!— dije bajando las escaleras corriendo mientras Lin lo golpeaba con la escoba.

—¡Llama a la policía, Flex!¡Este malandro no se va a meter!— gritó y yo palmee mi frente.

— ¡Dejame, mujer!— gritó silvio cubriéndose para evitar golpes.

— ¡Es mí antiguo niñero!— grité y Lin dejo de golpearlo para ver a silvio.

—¡¿Tú fuiste el que lo dejo por no hacer nada!?— preguntó Lin dándole otro golpe.

— No lo deje por eso — se quejo silvio para verme —¿Quién es la loca y porque tu mamá la contrato?— Cuestionó y Lin lo golpeó.

—¡Loca tu abuela!— acusó Lin y yo me acerque para ayudar a Silvio a levantar.

—¿Qué haces aquí?— pregunté y Silvio sonrió viéndome.

— es que…me preocupaba que estuvieras mal y sin compañía, pero veo que la señorita te protege bien — dijo y Lin me jalo del brazo.

— Flex se va a dormir ya, tú te alejas de una vez, vago de mierda — avisó y yo me queje.

— Oye oye, para tu información soy enfermero no soy ningún vago — se defendió silvio y Lin bufó.

— Pensé que solo estabas estudiando enfermerí-

Silvio me hizo una señal de silencio y me quedé callado así que Lin soltó una carcajada.

— ¿Así que apenas eres un estudiante? — se burló y silvio hizo un puchero.

— Quiero ayudarte a cuidar a Flex…— soltó Silvio y Lin me miró unos segundos.

—¿Cuales son tus horarios?— cuestionó Lin y silvio mordió su labio.

— de 5 pm a 5 am — informó y Lin suspiró.

— Yo de 7pm a 7 am…no lo sé ¿Quieres paga alguna? — cuestionó y Silvio negó — Es…raro pero ¿Flex que opinas?— me preguntó y yo mire a Silvio.

— Que se quede — acepte y Lin sonrió.

— Bien, silvio puedes cuidar a Flex las dos horas que yo tardo en llegar — acepto Lin y Silvio sonrió.

— Vete a dormir, flexito, yo conoceré a tu niñera — murmuró y yo ví a Lin.

Sí silvio y Lin pasaban juntos toda la noche se conocerían y se podrían atraer…

Jale a Lin del brazo a adentro y la mire a los ojos.

— Por favor ten cuidado, no quiero que silvio y tú se gusten, sería muy raro y-

— No te preocupes, Flex — dijo riendo — tengo novia — Aseguró y sonreí.

— Acepto el trato — dije para abrazarla y subir corriendo las escaleras para dormir.