_La Llegada de las Compras_
Todo llegó a la mansión privada de Azrael. Él, emocionado, comenzó a llevar todos sus carros a su garaje personal.
Los carros estaban limpios y perfectos, brillando bajo la luz del sol.
Mientras tanto, Leroy acomodó todos sus peluches en su cuarto.
Azrael entró en el cuarto y vio la cantidad de peluches.
"Leroy, no quiero peluches en mi cuarto", dijo Azrael.
Leroy se sorprendió.
"¿Por qué no?" preguntó Leroy.
Azrael explicó.
"Quiero que mi cuarto sea solo para ropa y accesorios. No quiero nada más", dijo Azrael.
Leroy se puso triste y comenzó a llorar.
"¿Por qué no puedo tener mis peluches?" preguntó Leroy.
Azrael se suavizó.
"Leroy, lo siento. Pero necesito mi espacio. Puedes tener tus peluches en otro cuarto", dijo Azrael.
_La Tristeza de Leroy_
Leroy siguió llorando, su corazón partido.
"¿Por qué no puedo tener mis cosas en mi cuarto?" preguntó Leroy.
Miguel entró en el cuarto y vio la escena.
"Leroy, Azrael tiene razón. Debes respetar su espacio", dijo Miguel.
Leroy se enfuró.
"¡No es justo!" gritó Leroy.
Azrael se acercó a Leroy y lo abrazó.
"Leroy, lo siento. Pero debes entender", dijo Azrael.
Leroy se calmó un poco, pero aún estaba triste.
"Está bien", dijo Leroy. "Pero puedo tener algunos peluches en mi cuarto, ¿verdad?"
Azrael sonrió.
"Solo unos pocos", dijo Azrael.
¿Qué pasa después?
¿Leroy se conformará con tener solo unos pocos peluches?
¿Azrael seguirá siendo firme con sus límites?
¿Miguel seguirá apoyando a Azrael en su decisión?