Ese lunes volví a la discográfica, siempre acompañada de mis dos amigos. Zayn no había podido venir, no me molestaba pues sabía qué el no me dejaría si no fuera por algo importante.
Simón no paraba de hacer estupideces mientras Caminábamos rumbo a la oficina de aquel hombre bien vestido que había estado en mi audición. Si, aún no sabía su nombre, ¿Y qué?
La oficina estaba en el 6° piso, por lo cual debíamos usar el ascensor. Andy + ascensor no daba buen resultado.
-No pienso subir a esa maquina de la muerte. -Dijo Andy de una manera muy seria.
-Andy por favor, solo serán seis pisos y luego serás libre. -El negó y se dio la vuelta cruzado de brazos dándome la espalda. Que infantil.- Venga Andy, te comprare un helado.
Volteó un poco su cabeza para mirarme sobre su hombro. -¿Será de chocolate?
-Del que tu quieras.
Se volteó lentamente y luego asintió, restándole importancia al asunto.
-Ahora entra.
Lentamente se acercó a las puertas del ascensor y detrás de el, nosotros. Simón toco el número seis y las puertas se cerraron.
-¡Cambio de idea! ¡Subire las escaleras! -Chillo Andy desatando los nudos que había formado con sus brazos y se acerco a la puerta del ascensor para comenzar a golpear. --Saquenme de aquí! Por favor, ¡Os ruego!
-¡Andy calmate, solo faltan cuatro pisos! -Trato de calmarlo Simón pero Andy solo le dio un gancho que lo tiro al piso. Esto no va a terminar bien.
-¡AHORA SI MARICON!
Grito Simón para luego tirarse arriba de el y comenzar a golpearlo. Claro que no se peleaban realmente, sabia que Simón estaba haciendo eso para distraerlo hasta llegar al piso.
-Oigan la paren. -Les dije suavemente.
-¡Tu también ven aquí perra!
Simón tomo mi brazo y me atrajo hacia ellos para luego comenzar a golpearme también, claro que lo hacían despacio pero yo les daba golpes que dejaba rojos sus brazos. Andy me estaba mordiendo el brazo y Simón estaba, por alguna extraña razón, abrazando mis piernas. Yo no dejaba de golpear el brazo de Andy y tratar de soltarle patadas a Simón.
Antes de que pudiéramos darnos cuenta, las puertas del ascensor se abrieron dejando a la vista muchos ojos que observaban a este trio de idiotas tirados en el piso peleando como niños. Nos soltamos rápidamente y nos pusimos de pie para caminar como si nada hubiera pasado.
La oficina estaba al final del pasillo y al estar la puerta cerrada golpeé tres veces. Esperamos unos segundos y detrás de la puerta se escucho un pase.
Aquel hombre estaba sentado detrás de su escritorio, donde habían hojas apiladas perfectamente a un lado de la gran mesa de madera color cafre oscuro, y del otro lado había un portatil. La habitación era como cualquier oficina, de color blanca adornada con cuadros de discos platinos y fotos con celebridades.
-Hola Hope. -Estiro su mano hacia mi, la cual estreche rápidamente. -Simón, Andy. -Hizo lo mismo con ellos.
Nos sentamos en los pequeños sofás delante de el. Recoste mi espalda en el respaldo del sofá y deje mis brazos que reposen en el apoya brazos. Mis piernas se separaron por instinto de comodidad. Mire hacia Andy y Simón y ellos estaban de la misma manera que yo. Guau, parecía un chico realmente. Leí que en el escritorio también tenia una pequeña placa que ponía el nombre de Joe N. Priestley.
-Bien Hope, te invite a venir para que comezaramos a grabar algo. -Sonrió- Quiero postearte en YouTube, ver que impresión tiene la gente de ti.
Sonreí y asenti rápidamente. -¿Ahora?