ᴏʙsᴇϙᴜɪᴏ| ᴊᴇɴsᴏᴏ

428 62 4
                                    

Jisoo entró a su habitación con sigilo, cerrando la puerta tras de sí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jisoo entró a su habitación con sigilo, cerrando la puerta tras de sí. Jennie estaba de espaldas, sentada en su escritorio.

Llegó hasta ella, sin dejarse escuchar, hasta que sus labios se posaron en la oreja de la menor.

—Jendeukie —susurró, sintiendo cómo la piel de Jennie ardió mientras se sobresaltaba en su lugar.

—U-unnie —habló como pudo, dejando su lápiz sobre la mesa y volteándose hacia ella—, me asustaste.

—¿Mmh, si? —cuestionó sin prestarle demasiada atención, agarrándose de la silla para besar su cuello.

—Jisoo, no... —tembló, cerrando los ojos.

La mayor ignoró lo dicho, succionando su piel. La escuchó gemir bajito antes de que la separara.

—Unnie, d-detente —se levantó de la silla, alejándose de la nombrada, quien rodó los ojos.

—¿Y por qué?

—Están las chicas, y-

Jisoo le interrumpió, acorralándola contra el borde del escritorio. Sus manos viajaron a la cintura ajena mientras volvía a besarle el cuello.

—Ellas salieron a comprar, no debes preocuparte —pasó su lengua por la zona, escuchándola suspirar con dificultad.

Subió a su boca, mordiéndole los labios con suavidad.

—Kim —retomó fuerzas, mirándola a los ojos— No podemos hacer esto.

—¡Pero es mi cumpleaños! —reclamó como niña pequeña.

—Eso ya lo sé, por eso te obsequié el cinturón esta mañana, pero sabes que esto no está bien.

—¿Y por qué no lo estaría? —gruñó, apretándole la cintura.

—P-porque somos compañeras de grupo, unnie.

—¿Y eso qué? Te apuesto que nuestros Blinks quedarían muy contentos si supieran que me como a la gatita de BlackPink...

—Detente, Kim —reprochó, frunciendo el ceño— ¿Acaso no vez que esto pone en riesgo nuestras carreras? ¿Serías capaz de perder todo por un simple capricho?

—Si el capricho eres tú, claro que sí —sonrió coqueta, acariciando su abdomen.

—Jisoo, en serio-

—No, en serio tú, Jennie. ¿Por qué te resistes si sabes que lo deseas? Si sabes que al final caerás rendida de todas maneras —habló casi sobre los labios contrarios con molestia—. No te las des de moralista cuando hace un par de días estabas lloriqueando por más.

Cuando Jennie puso expresión de enfado, cosa que pocas veces ocurría, y abrió la boca para protestar, la pelinegra aprovechó de meterse en su cavidad bucal, hurgando con su mano bajo la falda holgada de Jennie, chocando con sus bragas que comenzaban a humedecerse. Corvó los dedos dentro de ella y calló sus gemidos con un beso agresivo mientras aceleraba las estocadas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ʀᴇᴄɪᴇ́ɴ ғᴏʟʟᴀᴅɪᴛᴀ| ᴊᴇɴɴɪᴇ ʜᴀʀᴇᴍ ᴏɴᴇ sʜᴏᴛ's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora