Los pasos de Ji-Woo resonaban en las sólidas calles de Corea, marcando un ritmo constante en medio del bullicio urbano.
A su lado, Cale caminaba con una mirada atenta, mientras los dragones invisibles danzaban en el aire, como guardianes silenciosos.
Los pequeños gatitos lo acompañaban, sus ojos dorados brillando con curiosidad mientras exploraban el entorno.
Ji-Woo se detuvo al llegar a una van blanca, abrió la puerta y dejo caer una maleta negra en el asiento trasero.
En ese instante, un hombre de aspecto extranjero se acercó a él, interrumpiendo su momento de tranquilidad.
—Cazador Sung Ji-Woo, ha sido muy difícil encontrarlo —dijo el hombre con una sonrisa que no lograba disipar la tensión en el aire.
Ji-Woo lo observó con seriedad, notando que el americano percibía su cambio de actitud.
El hombre sacó una tarjeta y se la mostró.
—Soy el agente White de la oficina estatal de los Estados Unidos —anunció con confianza.
Ji-Woo tomó la tarjeta entre sus dedos, reconociendo inmediatamente que este hombre no mentía.
—¿Y qué es lo que necesita de mí, agente White? —replicó Ji-Woo, manteniendo su voz firme y controlada.
La sonrisa del agente se desvaneció ligeramente, reemplazada por un tono más grave.
—He venido a ofrecerte una propuesta —dijo White—. Hemos estado monitoreando tu actividad y creemos que tus habilidades podrían ser vitales para nosotros.
Los dragones invisibles estaban atentos a cada palabra que salía de ese hombre, intensificando su aura.
Ji-Woo sintió la mirada inquisitiva de los pequeños gatitos, como si estuvieran evaluando la situación con su astucia felina.
—¿Qué tipo de propuesta? —preguntó Ji-Woo, consciente del riesgo que implicaba involucrarse en asuntos ajenos.
White se inclinó ligeramente hacia adelante, aunque ahora su expresión era más seria.
—Seria mejor hablar en un lugar más privado, no le parece Cazador Sung Ji Woo.
Ji-Woo frunció el ceño, sospechando las palabras del agente.
Sabía que cualquier decisión podría tener repercusiones significativas en su vida y en la de quienes lo rodeaban.
—No me gusta involucrarme en asuntos que no son míos —respondió con cautela.
—Entiendo tus reservas —dijo White suavemente—. Sin embargo estamos dispuestos a brindarle información de alta seguridad.
La conversación tomaba un giro inesperado y Ji-Woo comprendió que este encuentro podría cambiar en su relación con los países extranjeros.
El agente White dirigió su mirada hacia Cale, encontrando en sus pupilas de un profundo color café rojizo una seriedad inquietante.
—¡Porque ves de esa manera al humano, un ser inferior como tú no deberia de ser asesinado — Raon estaba molesto.
El dragón rojo se acercó a Cale, sus ojos brillaban con una superioridad desafiante mientras observaba al agente White.
Ji-Woo lo miró con seriedad, y Raon junto al dragón rojo, al igual que él, sentían una creciente desconfianza hacia la forma en que el hombre americano contemplaba a Cale.
—Cazador Sung Ji-Woo, no sabía que tenías gustos tan extravagantes —comentó el agente White con una sonrisa.
Cale frunció el ceño, su mirada se volvió más intensa y penetrante, reflejando su determinación.
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My Monarca
FanficEl sacrificio de Cale trajo consigo la paz para los dos continentes. O eso creyó. Los gobernantes junto a los dioses lo regresaron al pasado, pero está vez las cosas serían más difíciles de afrontar. Sin la ayuda de sus amigos. Pero con el apoyo de...