—Es muy decepcionante, por un momento pensé que sería más mágico.
—De alguna manera me siento decepcionado.
Sung Ji Woo observo como los gatitos lloraban de decepción y claro esas torres de rocas parecían hechas por un niño.
Esto fue una perdida de tiempo.
Las sombras de Sung Ji Woo se desanimaron, otro día más sin nada interesante de este mundo.
—Humano esto es aburrido – Raon se recargo en los hombros de Cale.
Cale observo a Taylor y Cage, siguen siendo los mismos como los conoció me alegro sería un problema si fuera lo contrario.
—Están aquí – Sung Ji Woo observo al hombre que estaba en la silla de ruedas junto a esa mujer.
—Si, Taylor Stan hijo mayor del marques Stan y Cage una sacerdotisa del Dios de la muerte.
Cale explico sin dejar de ver esos dos.
—Si nos acercamos a ellos será muy sospechoso entonces que haremos.
La voz de Beru resonó en la mente de Cale y Sung Ji Woo.
—¡Mi señor hay que secuestrarlos y si no desean cooperar hay que torturarlos hasta que rompamos su voluntad!.
Cale observo a Sung Ji Woo, su mente quedo en blanco por el comentario de Beru y por la manera en la que dijo está seguro que es algo común que hace.
—Definitivamente dejaras de ver ese programa – Beru se quedó callado, Sung Ji Woo suspiro desde que Beru descubrió esa estupida novela su comportamiento cambio.
—En fin, no es necesario que nos acerquemos a ellos al contrario nos buscarán.
Cale ignoro las miradas curiosas de los cuatro, al final Taylor y Cage se alejaron, ya no era necesario que estuvieran aquí.
—Humano tengo hambre quiero comer algo dulce.
Raon se recargo en Cale, su cabeza se frotaba en su hombro.
—Joven maestro debemos regresar a la posada, el calor aumentará.
—Hans llévate a On y Hong.
Hans cargo a los pequeños gatitos para alejarse de Cale.
—Seguramente nuestros pequeños gatitos tendrán hambre no se preocupen este mayordomo les dará la mejor carne.
—Humano, el mayordomo siempre es así – Cale lo ignoro no era necesario contestar, las pruebas eran más que suficientes.
Sung Ji Woo se acercó a la torre de rocas.
—Humano, el humano de negro va pedir un deseo, pensé que no creía en esas cosas.
Sung Ji Woo volteo a ver a Cale, su sonrisa le causó escalofríos.
—Joven maestro no le gustaría pedir un deseo – Cale observo la mano que lo invitaba a acercarse.
Y como si fuera costumbre su mano sostuvo a la de Sung Ji Woo, sus manos se transmitieron calidez por unos segundos.
Cale observo la torre de rocas, cerro sus ojos y a pesar de que sabía que si pedía lo que más deseaba no se haría realidad sin embargo aún así lo hizo.
Los segundos se volvieron minutos y los minutos se hicieron horas.
El cielo azul se oscureció, las pequeñas estrellas iluminaban con tanta delicadeza esa infinita oscuridad, se acompañaban en silencio.
Cale observo en silencio, sus ojos no se apartaron de la ventana, su cabeza explotaría si seguia pensando en las distintas estrategias que llevaría a cabo.

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MI MONARCA
FanfictionEl sacrificio de Cale trajo consigo la paz para los dos continentes. O eso creyó. Los gobernantes junto a los dioses lo regresaron al pasado, pero está vez las cosas serían más difíciles de afrontar. Sin la ayuda de sus amigos. Pero con el apoyo de...