Capitulo 15

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Alberu aparto a los soldados que lo cubrían, su cuerpo estaba ileso como el de todos los ciudadanos.

Choi Han y Beacrox se acercaron con precaución al escudo plateado, la mano  de Choi Han lo tocó y se disolvió con su tacto.

Los escudos plateados desaparecieron nuevamente, su hermoso color se disolvió par ser un polvo que cubrió por unos segundos el centro de la plaza.

Civiles y nobles observaron en silencio, esperando ver a Cale.

La neblina empezó a disolverse, y el cuerpo del Orco ya no estaba solo habia rastros de sus pisadas y los cuerpos de los demás Orcos.

—Hyung-nim – Basen grito, empezó a correr para ser detenido por un soldado.

—Mi hyung-nim está ahí debemos ver si se encuentra bien, te lo ordenó suéltame – las manos del soldado no se movieron.

Alberu quien observo esto se acercó, aunque se detuvo por el repentino grito de varias personas.

Cale Henituse estaba de pie, todos los  observaron, su espalda temblaba, su cabello flotaba y sus manos estaban en sus costados.

— ¡Humano que te esta pasando! – Raon grito en su mente, su voz parecía estar preocupada, pero cuál era la razón, el jefe fue derrotado.

Cale pensó hasta que finalmente su pregunta fue contestada.

Su garganta saboreó el amargo sabor a metal y ácido, mientras su propia sangre salía de su boca, nariz, orejas y ojos, manchando el suelo con un lago rojo que crecía sin cesar.

Sus piernas temblaron, cayendo en ese charco de sangre caliente que reflejaba el color del atardecer. Sus pupilas, turbias y desenfocadas, observaron el suelo como si buscaran una respuesta a su sufrimiento.

Su cuerpo tembló con violencia, sacudido por convulsiones que parecían querer desgarrarlo por dentro. Cada músculo se tensó, cada nervio vibró de dolor.

Era un dolor indescriptible, era como si su plato se estuviera quebrando, no, este dolor era más intenso, sus entrañas se contraían, su corazón latía demasiado que dolía, era difícil respirar.

Cale se encogió, su frente quedó en el suelo ensangrentado, sus ojos se cerraron y su boca trataba de aspirar aire, pero era imposible, su cuerpo se estaba retorciendo en un bucle de dolor.

—¡Humano que te está pasando! – Raon gritaba en su mente, podía sentir sus lágrimas en su cabello.

Cale no pudo hablar, solo gemía de dolor, su mente solo podía pensar en el Orco pero su cuerpo era débil que no podía levantar ni su rostro.

Todos los presentes observaron la espalda de Cale, su cabello tapaba su rostro y nadie sabía lo que pasaba solo observaron como se encogía.

Basen, Taylor, Alberu y uno que otro noble gritaron el nombre de Cale, había desesperación en sus palabras. Choi Han  junto con los demás de su grupo se pusieron pálidos pero aún así corrieron hacia Cale.

Magos, sacerdotes y soldados empezaron a acercarse a Cale, había preocupación en sus rostros.

La familia real junto los demás ciudadanos se quedaron en sus lugares incapazes de caminar al centro de la plaza.

On y Hong corrieron hacia Cale, sus pequeñas patas se ensuciaron de sangre pero a ellos no les importo, sus ojos dorados lloraban de desesperación.

On maullo con desesperación, Hong trato de calmar a Raon pero el también lloraba sin parar, los tres niños se acurrucaron cerca de Cale.

—¡ERES IMPRESIONANTE! – el grito de Redikan rompió la poca calma que había en la plaza.

Rosalyn sin pensarlo lanzo un ataque junto los demás magos pero Redikan estaba en un estado eufórico que los esquivo con facilidad.

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