Cap. 05 Oliéndote.

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Mats me hizo estar esperándolo toda la noche ¿y para qué? Para que no apareciera.

Me fui a acostar y suspiré frustrada. No era como si él me lo hubiera prometido pero lo había sentido así como un tipo de promesa y él me había dejado mal.

Cuando estaba a punto de quedarme dormida, luego de dar vueltas por la cama al menos una hora escuché mi teléfono sonar. Lo tomé de la mesita de luz al lado de la cama y leí el nombre de Mats. Casi lo ignoro, estaba muy enojada con él. Pero era Mats y yo era Thea, no podía ignorarlo, no estaba en mí.

- ¿Si? –Pregunté en cuanto respondí.

- El portero me dejó pasar ¿puedes abrir la puerta?

- No lo debería hacer Mats ¿si viste la hora?

- Por favor Thea, se me hizo un poco tarde pero eso fue todo, lo prometo.

No le contesté pero me levanté de la cama y fui a abrirle. Antes me detuve frente a un espejo y acomodé un poco mi desastroso cabello castaño. Mi flequillo estaba para atrás sostenido por una bandana y me veía un poco extraña, pero no mal.

Abrí la puerta y allí estaba Mats luciendo hermoso, como siempre. Su cabello estaba algo largo, y llevaba la misma camiseta que había estado usando temprano, una camiseta de un equipo de básquet. Mordí mi labio y él me sonrió. Me hice a un lado y lo deje pasar.

- La última vez que vine para acá, bueno, ya sabes cómo terminó todo –fruncí el ceño ante su comentario y el negó.

- Yo... lo sé –miré mis dedos y él alzó mi barbilla.

- No hagas eso Thea, no seas tímida –murmuró muy cerca de mi rostro.

- No estoy siendo tímida –aseguré poniendo de pie. No quería estar muy cerca de Mats, estar cerca solo nos podía llevar a terminar en una situación que no se podía repetir.

- ¿Estabas donde Marco?

- ¿Cómo sabes eso?

- Tú foto de esta tarde, era en casa de Marco –se encogió de hombros.

- Sip, estábamos con Auba –murmuré caminando a la cocina y él me siguió de cerca.

- Auba –murmuró – ¿él te gusta?

- ¿Gustarme? –Me reí un poco –No Mats, él no me gusta ¿por qué dices eso?

- Es solo que ustedes, no lo sé, los vi muy unidos el día de las hamburguesas.

- Venga Mats, es mi amigo –fruncí el ceño – ¿por qué no te veo siendo posesivo con Cia nunca? Pero cada vez que estoy con un chico y estas presente lo dices...

- Es que –suspiró frustrado –es de ti de quien estamos hablando ¿está bien? Con Cia no tengo que preocuparme de esas cosas pero ¿contigo? –Me vio muy fijamente –el hecho de no tenerte, eso lo cambia todo.

- Yo... no sé qué decirte Mats –dije mirándolo.

- No tienes por qué decir nada, solo quería venir a verte, me gusta verte.

- ¿Por qué tardaste tanto?

- Cia se fue a Italia, no se irá directo a las Bahamas con nosotros de aquí, le salió algo con un diseñador que ama y no estará allá hasta el lunes.

- Uhm, no lo sabía.

- A penas se enteró esta mañana y estuvo todo el día consiguiendo pasajes y ordenando ropa para los dos viajes.

- Así que estas solo –murmuré y comencé a morder en interior de mi mejilla.

- Ahora estoy contigo, y planeo dejarlo así.

The Wrong PlayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora