vii. James Potter

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En cuanto Cassiopeia quedo seleccionada en Gryffindor, James Potter supo que con ella iniciaría un buen futuro. Un pequeño detalle casi imperceptible... Es que Cassie era la hermana menor de Sirius, su mejor amigo. Y es que, en cuanto la pequeña puso un pie en Hogwarts, Sirius le prohibió rotundamente andar o coquetearle a su hermana.

Pero como le encantaban los retos y estar contra las reglas, aquella advertencia de su mejor amigo, se le olvidó tan rápido como se la dijo.

Cassie era un año menor que James, pero, sin embargo, había demostrado una gran madures para la edad que tenía, el Potter sabía el porqué, y es que al tener una madre como Walburga, suponía que no tenía permitido disfrutar de su infancia. Lo mismo sucedía con Cassie, el mellizo de Cassie.

Sin embargo, Cassie tenía esa chispa.

Chispa que enamoro a James, por supuesto.

Ella era coqueta, elegante y tenía algo especial a lo que James no podía resistirse.

Y después de miles de citas, encuentros improvisados y escapadas, el Potter invito a la chica Black a salir. Su amistad fue difícil desde un inicio, porque a Cassie detesto a James en el minuto en el que le hizo una broma de muy mal gusto, pero paso a paso, con un poco de esfuerzo por parte de James, lograron establecer un cariño por el otro.

Ahora Cassie tenía dieciséis y James diecisiete y todo había cambiado desde esa nota:

Te espero esta

noche en la torre de Astronomía.

Atte., tu sol

La pelirroja se apoyó en el hombro de su amiga, quien tenía la nota entre sus manos y traía una sonrisa algo boba. Leyó la nota como pudo, pues la caligrafía de James era el sinónimo de horrible.

—Uhh, ¿Es tu enamorado? —Pregunto con picardía, Lily.

—¡Cállate! —La Black se sonrojó al instante. —No es mi enamorado.

—Oh, vamos chica, admítelo: notas en clase, regalos extremadamente costosos y tratos especiales. Solo falta que se te declare. —Enumeró la pelirroja.

Cassie suspiro, si las señales eran reales y no eran ningún disparate de Lily, podría tener la posibilidad de que James y ella... Puedan tener algo. Al fin y al cabo, llevaba enamorada de él desde tercer año.

—¿Y? ¿Vas a ir? —Pregunto con insistencia su amiga.

—Sí, pero no tengo nada que ponerme. —Se mordió el labio inferior con duda, observándose en el espejo.

—Estás demente. Chica, literalmente tienes un armario repleto de cosas hermosas. —La regaño.

—Oye, soy indecisa, ¿sí? —Respondió pasándose las manos por su rostro, irritada.

—¿Qué te parece si te pones el vestido que él te dio? El rojo. —Propuso la pelirroja en un intento de ayudar a su amiga.

Prefirió no darle tantas vueltas al asunto, eligió el vestido que James le dio por San Valentín y se maquilló un poco, se puso un par de pendientes que también le había dado el Potter y finalmente salió de su habitación en cuanto se hizo de noche y camino por los pasillos solitarios hasta llegar a la torre de astronomía.

Allí, justo en la entrada, sus ojos fueron cubiertos por un lazo rojo. Escuchó la risa de James y luego ese vistazo al olor de la colonia del chico. Soltó una risita, más que todo por los nervios.

—¿James que estás haciendo? —Pregunto entre risas.

—¿Cómo sabes que soy yo? —Pregunto divertido el chico de regreso.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 | 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora