𝟷𝟿 • 𝚅𝚎𝚛𝚍𝚊𝚍𝚎𝚛𝚘 𝚛𝚘𝚜𝚝𝚛𝚘

137 27 15
                                    

ESTE CAPITULO CONTIENE DESCRIPCIONES +16 EN CONTRA DE LA VOLUNTAD DE UN PERSONAJE QUE PUEDEN GENERAR SENSACIÓN DE INCOMODIDAD O RECHAZO EN LAS LECTORAS.
LEER CON PRECAUCIÓN Y NO TOMARLO COMO CHISTE.

Aidan: ¿Ya despertaste? -su voz es lo primero que escucho- pensé que tendría que meterte a la casa cargando.

Cómo puedo me enderezó en el sillón, Aidan sigue manejando, estamos por llegar a casa. No soy capaz de entender que paso, así que me quedo en silencio.

Poco a poco recuerdo lo que paso, Aidan detiene el auto frente a la casa, así que de inmediato salgo con molestia.

Llevo mis tacones en las manos para no caerme. El suelo está frío, pero lo prefiero a tener que irme doblando los pies con cada paso. Escucho a Aidan diciendo mi nombre, como si me exigiera que le haga caso.

Entro a la casa y trato de subir las escaleras para ir a mi habitación, pero justo allí, Aidan me detiene.

Aidan: tu tienes la culpa de todo lo que paso, ¿por qué actúas tan indignada entonces? -me agarra por la cintura y me abraza, como si quisiera calmarme- ¿Te duele tu ojo?

T/n: suéltame, quiero irme a mi cuarto.

Él me tiene bien abrazada, siento como se acerca más a mi y besa una parte de mi espalda. Una vez que me suelta vuelvo a subir las escaleras y entro a mi habitación, dónde de inmediato me cambio la ropa y prendo la luz para ver si mi rostro se ve muy mal.

Mi ojo tiene tonos rojos, morados y azules. Se ve un poco hinchado y hay una pequeña herida en mi párpado. Si mamá me ve ¿Que le diré? Suelto un suspiro.

La puerta de mi habitación se abre y Aidan entra con un poco de hielo envuelto en tela. Cierra la puerta y se acerca a mi.

Aidan: lo lamento -murmura mientras mira mi rostro, aprieto mis dientes y simplemente vuelvo a mi cama, él me sigue, se sienta a mi lado y pone el hielo en mi ojo con cuidado- No quería lastimarte... No vuelvas a salir con ese tipo, ¿sí? Mira lo que te hice por su culpa.

Me mantengo molesta, le arrebato la tela con los hielos y me acuesto de lado, dándole la espalda y yo sola trato de desinflamar mi ojo.

¿Por qué sus palabras tienen tanto peso en mi?  De alguna manera logra que un sentimiento de culpa aparezca en mi. Debí quedarme en casa. Sus manos se deslizan por mi cintura, se acuesta a mi lado y me abraza desde atrás.

T/n: no fue mi culpa.

Murmuró, sin embargo, es más para autoconvencerme que para decirle a él. Aidan besa mi mejilla y sigue acariciando mi cintura.

Aidan: bien, no lo es.

Puedo sentir como sí ahora él estuviera mintiendo. Yo sé que no fue mi culpa, ¿Por qué me siento como si lo fuera?

Aprieto mis labios aguantando las lágrimas, no se que sucede conmigo, no puedo molestarme o sentirme triste, no soy capaz de reconocer mis propios sentimientos.

Aidan se acerca más a mi desde atrás, haciéndome sentir incómoda. Sus labios besan mi cuello con cada vez más insistencia y sus manos comienzan a subir debajo de mi camisa hasta mi pecho.

T/n: detente, no quiero -con molestia trato de alejarlo, pero se aferra a mi. Su otra mano comienza a acariciar mi parte intima sobre mi pijama, me siento aún más incómoda e insegura- ¡Aidan no quiero!

Aidan: vamos, deja de estar tan enojada, solo trato de disculparme.

Lo empujó como puedo, sin embargo, no sirve de nada. Me pone boca arriba en la cama, arrebatándome los hielos y los tira de la cama. Sigo empujándolo con mis manos, pero no se detiene.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐋𝐨𝐬 𝐄𝐱𝐢𝐥𝐢𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐄𝐝𝐞́𝐧 𝐀.𝐆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora