Capítulo 7

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— ¿Lo has matado? —SeokJin miraba a JungKook lavarse en un pequeño lago que habían encontrado.

— Sí. —Jeon recordó la noche anterior con cierto deje de molestia.

— Bueno, ya se había vuelto un dolor de culo. —Kim SeokJin lo vio salir del agua—. No estaba dentro del plan pero me alegra que hayas terminado con ese mal nacido.

Cuando los hombres de Jeon le habían informado a SeokJin el paradero del líder Kim este no había dudado en decirle a JungKook. Que técnicamente viniera hacia ellos con pocos hombres había sido un golpe de suerte. Sin embargo, JungKook estaba lejos de sentirse bien.

— ¿Dices que salió hoy en la mañana en dirección a la gran casa de los Kim? —JungKook pregunto mientras se vestía mirando a Jin.

— También vi a varios del pueblo prepararse para la celebración. Supongo que estará toda la manada.

— Una verdadera lastima —JungKook se puso la capa de piel de lobo—, porque me robare al omega.

— Cuando Kim TaeHyung se entere de la muerte de su padre y después le robes al omega, no creo que se alegre precisamente. —Recordó el otro alfa.

— Es mi omega y su padre era un bastardo sin escrúpulos. Él fue el primero en atacar y robar en mis tierras, estoy seguro que la muerte no es ninguna sorpresa. —Jeon cerro los ojos con molestia—. Y si hubieras visto lo que yo anoche, estoy seguro que hubieras deseado que ese infeliz sufriera a un más.

El Alfa más alto asintió sin rebatir las palabras de su líder.

— ¿Crees que su hijo ataque después?

— Que lo haga —JungKook comenzó a adentrarse al bosque— pero si se atreve, sufriera el mismo destino que ese viejo.

☪️

JiMin no estaba contento. Los betas del lugar le habían dado un recorrido por toda la casa, enseñándole cual sería su habitación en estos días, explicándole las reglas que se tenían que seguir rigurosamente y recordándole que el próximo líder no llegaría a más tardar en la tarde.

— Todo era tan costoso. —El omega miro con fastidio los lugares vacíos donde antes habían piezas de valor—. Una de esas hubiera ayudado a más de una familia en la manada.

JiMin soltó un suspiro lleno de irritación. Faltaban ya menos de tres días para la dichosa unión. La presión lo hacía sentir más pequeño y de mal humor; si se hubiera negado, esto no estaría pasando.

Pero tampoco podía negarse.

Salió de la casa para dirigirse a la parte trasera, esa que daba directamente al bosque donde aquella vez entro. Se quedó en la orilla sin atreverse a explorar esta vez, tampoco podría, si notaban su ausencia seguramente los betas en la casa lo buscarían. Parecía prisionero.

Miro el cielo despejado y dejo que el aire acariciara su rostro. Cerro los ojos disfrutando de la sensación hasta que un aroma muy familiar se coló en el viento. Dirigió rápido la mirada a los árboles buscando la figura de su alfa.

— ¿Qué..? —JiMin retrocedió debido a la impresión.

La bestia que tanta curiosidad le daba era un inmenso lobo. Tal vez media mucho más que el doble de él, era de un negro precioso que resaltaba con lo verde del paisaje y los ojos eran los rojos sangre que él recordaba y vio en varias ocasiones. Su cuerpo se notaba firme y fuerte haciéndolo ver majestuoso y sorprendente. JiMin apostaría lo que fuera a que su pelo era suave y abundante.

El omega estaba fascinado con el gran lobo.

— Eres hermoso. —JiMin le regaló una gran sonrisa dejando que sus ojos formarán medias lunas.

Malum OmenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora