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Jungkook no se consideraba una persona que sólo decía, pero no hacía. Él empleaba el «Lo digo, lo cumplo» Sus promesas nunca eran de la boca para afuera. 

Desde muy pequeño, creció en un entorno familiar disfuncional. Su madre era japonesa y pertenecía a un clan llamado “el dragón”, dicho clan era dirigido por su abuelo, el cual murió trágicamente en un accidente. Después de eso, su madre buscó consuelo en un Alfa, perteneciente del clan enemigo “Las serpientes”. Sí, la historia era muy predecible. 

Su madre se enamoró del enemigo de su padre, y así fue como nació él. 

Byunwoo quería que Jungkook fuese parte del clan serpiente para honrar su nombre. Pero Jungkook nunca sintió confianza en dicho clan, habían personas que actuaban de forma extraña cuando estaban lejos de la vista de su padre. Siempre pensó que, en algún punto, lo iban a traicionar. Y en efecto fue así. Su padre fue apuñalado por la espalda por su propia gente, y por mucho tiempo tuvo que quedarse resguardado en el clan dragón, donde su esposa estaba a salvo con Jungkook. 

Pero los enemigos no dejaron en paz a la familia, así que, para vengarse de Byunwoo, fueron directamente con Kyo, su esposa. 

Fue un trece de diciembre cuando Jungkook vio morir a su madre en manos del clan serpiente. Fue esa noche donde se prometió hacerle justicia, y jamás aceptar nada de su padre por el rencor que aún le tenía. Su madre los abandonó con su hermano pequeño, Matthew, quien fue producto de un amorío con otro Alfa. Pero aún así, Byunwoo decidió quedarselo porque le sería útil más adelante.

Su falta de presencia ante ambos generó cierto desprecio en Jungkook, no tenía a su madre viva, y su padre era un imbécil bueno para nada que solo apostaba, ganaba dinero y hacía cosas corruptas. Cuando tuvo la edad suficiente, tomó el mando del clan dragón, siendo recibido por las personas que trabajaban para su madre en aquel entonces. 

Jungkook desafió a su padre, pero este lo ignoró porque consideraba que Jungkook no era lo suficientemente maduro y listo para llevar en sus hombros el verdadero título de un mafioso. Ante esto, Jungkook comenzó a trabajar en un viñedo y alzó un negocio de vinos, compró el terreno y empezó a comercializarlo. El vino venía de la mejor cosecha, y se vendía a grandes distribuciones. 

Sin embargo, el clan serpiente reclamó el terreno como suyo tras descubrir que el lugar era una herencia de su tatarabuelo. Jungkook al enterarse de esto, no cedió a la negociación, pues el lugar ya estaba a su nombre y el viñedo también. Lo cual, desató un enfrentamiento entre el clan serpiente y el clan dragón.

Los bienes otorgados a Jungkook, ahora era una apuesta de ganancia entre todos. Y ya que el Alfa no cedía a la entrega pacífica, comenzaron a usar la violencia, tanto para él, como para su propia gente. 

Jungkook fue inculpado por robo de armas de fuego, falsificación y lavado ilegal de dinero en el viñedo. Y ahora, la policía lo estaba buscando. Mientras tanto, el clan serpiente seguía reclutando personas con influencias para que Jungkook no tenga otra opción más que entregarlo todo e irse, o morir y perderlo.

Sin embargo, el destino pareció darle una nueva oportunidad en cuanto encontró a Jimin en ese callejón abandonado. 

Su nuevo propósito era protegerlo, limpiar su nombre, encargarse del desastre que había dejado en Japón, y volver con Jimin para ser una familia finalmente.

La que tanto había anhelado desde que era un cachorro.

Esta era su historia, pero, honestamente, no era capaz de contárselo a nadie. Por el bien de Jimin, por el bien de la relación que ambos tenían. 

Por todo.

—¿A dónde vas? 

La voz del Omega resonó en la sala, sacando a Jungkook de sus pensamientos. 

Belong to me © Kookmin Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora