Epílogo

4.2K 738 64
                                    

7 años más tarde.

El sonido de los disparos retumbaba en el campo. Jungkook se agachó junto a su hijo, Jaehyuk. Con paciencia, le enseñaba a manejar un rifle de cacería, asegurándose de que cada movimiento fuera seguro y controlado. Jaehyuk, con sus ojos brillantes y llenos de curiosidad, escuchaba atentamente las instrucciones de su padre.

—¿Papá, ya puedo tomar tu trabajo? —preguntó Jaehyuk con una sonrisa traviesa, mientras se acomodaba la gorra hacia atrás.

Jungkook soltó una risa profunda y cariñosa, acariciando el cabello de su hijo.

—Todavía te falta mucho para eso, pequeño. Pero vas por buen camino —la calidez de su voz reflejaba el orgullo que sentía por el crecimiento de su hijo.

—Ya quiero aprender a contar dinero.

Una carcajada resonó a los lados con los guardias de Jungkook. Wooyoung se acercó al Alfa.

—Se nota que es tu hijo. Que no se entere Jimin que le hablas a tu cachorro de dinero y armas.

—Si dicen algo, les corto la cabeza. —amenazó.

Tras ocultarse el sol, Jungkook le dió las cosas a sus hombres y estilo guardaron en el maletín de la furgoneta. Jungkook tomó los hombros de su hijo y se dirigieron al otro auto.

—Es hora de marchar, tu padre debe estar esperandonos.

—¿Le lleva las rosas que le compró? —cuestionó el pequeño Alfa.

—Están en el auto, con eso se olvidará que te castigaron en la escuela por defender a tu compañero.

Eso esperaba Jaehyuk. Cuando su papá Jimin se enojaba, daba mucho miedo.

Al llegar a la clínica, la fachada moderna y luminosa les dio la bienvenida. Jungkook y Jaehyuk bajaron del auto y caminaron hacia la entrada. Justo cuando salía, Jimin, vestido con su bata de doctor, los vio y su rostro se iluminó.

Jaehyuk bajó del auto con el ramo de rosas y se las dio a Jimin.

—Para ti, papá. No me castigues.

Jimin observó a su esposo de reojo, pero Jungkook se hizo el desentendido.

—Gracias, cariño. ¿Algo que me tengas que decir de la escuela?

—Mm, en mi defensa, ese Omega estaba siendo molestado, papi. Y tú siempre dices que a los Omegas hay que cuidarlos. Además ¡Soy un Alfa fuerte! Es mi trabajo. —el pequeña Jae infló su pecho con orgullo.

Jimin sonrió y besó su frente.

—Está bien, te la dejo pasar por esta vez. Sé un caballero siempre, ¿de acuerdo?

—Sí.

Jungkook se acercó al Omega y tomó su mano para besar sus dedos.

Hoy, después de casi un mes, Jimin finalmente culminaba su pasantía en la clínica central de Seúl después de continuar con la carrera. Fueron meses de mucho trasnocho y crisis, pero finalmente había culminado.

—¿A dónde te gustaría ir de vacaciones? —preguntó Jungkook, besándole la mejilla.

—Mmm, ya me has llevado a muchos lugares.

—No a todos. Falta Egipto, dubai, Suecia.

—¡Quiero ir a Egipto, papá! —exclamó Jaehyuk jalando del abrigo de su padre.

Jimin los miró a ambos.

—Usted, señorito, debe ir a la escuela. —le pinchó la nariz a su hijo.

El Alfa lo abrazó y le miró con cara de cachorro.

—¿Si?

—Lo pensaré. Ahora muero de hambre.

—Vamos a comer entonces, reservé una mesa en tu restaurante favorito.

—¡Yupi! ¡Comeremos cangrejo! —su cachorro estaba más feliz de comer que Jimin.

Ingresaron al auto y se colocaron los cinturones. Jungkook tomó la mano de Jimin entrelazada y comenzó a conducir con la otra libre. Jaehyuk miraba a sus padres con una sonrisa.

Estos se amaban mucho, admiraba como su padre Jungkook cuidaba de su padre Jimin y le daba todo lo que quería.

Su sueño era ser como ellos, se sentía agradecido en el fondo de tener a unos padres como ellos.

Todas las noches le agradecía a la madre luna por ello.

Jimin y Jungkook parecían polos opuestos desde lejos. Pero tuvieron a un hijo con un poquito de cada uno. Jaehyuk nació con la mirada de Jeon Jungkook, fría y oscura, y con el corazón y la sonrisa de Jimin, noble y sincera.

Era una familia peculiar, pero al fin y al cabo, una familia. Con un padre mafioso, uno doctor, no pedían nada más que permanecer siempre unidos por muchos años más.

[🖤]

Belong to me © Kookmin Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora