En secreto

Yo también te amo

/Chicos, les recomiendo leer este capitulo mientras escuchan "amor eterno"/

En la cafetería:

Hyunjin y Felix se la estaban pasando increíble, Hyunjin estaba más cariñoso que nunca, le robaba besos a Felix, lo abrazaba

Felix: "¿Que es lo que te pasa a ti?"

Felix: "estás muy cariñoso"

Hyunjin sonrió de manera juguetona, disfrutando del momento mientras jugaba con un mechón de cabello de Félix. Estaba claramente más feliz de lo normal, con una energía que parecía contagiarse a Félix.

—¿Qué te pasa a mí? —repitió Hyunjin, tomando la cara de Félix con ambas manos y acercándose a él, dándole un beso suave en la mejilla. —No me puedes culpar, es solo que... no puedo dejar de demostrarte lo que siento.

Félix sonrió, pero no pudo evitar sentirse un poco sonrojado ante la intensidad de la cercanía de Hyunjin. Se sintió un poco abrumado, pero también feliz.

—Eres un tonto —dijo entre risas, pero en su voz había algo de cariño. —¿Y si nos ven? ¡Nos van a regañar!

Hyunjin se echó hacia atrás en su silla, fingiendo una expresión de inocencia, pero sus ojos brillaban con complicidad.

—¿Qué importa si nos ven? —respondió, deshaciéndose de toda falsa modestia. —A veces me olvido de lo mucho que te quiero, Lix.

Félix le sonrió, sintiendo su corazón acelerado ante las palabras de Hyunjin. Sin pensarlo demasiado, se inclinó hacia él, robándole un beso en los labios, suave pero lleno de significado.

—Eres un tonto —repitió Félix, ahora con una sonrisa genuina, mientras sus manos tocaban suavemente el brazo de Hyunjin. —Pero te quiero, así que… no me importa que seas tan cariñoso.

Hyunjin sonrió ampliamente, tomando la mano de Félix y acariciándola mientras lo miraba con ternura.

—Me alegra que no te importe. Porque… no puedo evitarlo. Eres lo mejor que me ha pasado, y quiero que lo sepas siempre.

Félix sintió cómo una cálida ola de sentimientos lo invadía. A pesar de todo lo que había pasado en su vida, esos momentos con Hyunjin parecían ser lo único que lograba sacarlo de la oscuridad. Sonrió, más relajado, mientras sus dedos se entrelazaban con los de él, disfrutando de esa simple conexión que los unía.

—¿Sabes? —dijo Félix, mirando fijamente los ojos de Hyunjin, que brillaban con una sinceridad que le resultaba reconfortante—. A veces, parece que todo fuera un sueño. Como si no pudiera ser real.

Hyunjin ladeó la cabeza, una ligera sonrisa curvando sus labios. Él siempre había tenido la capacidad de hacer que Félix se sintiera entendido, como si no tuviera que explicar demasiado para que Hyunjin lo comprendiera.

—Es real —respondió él con suavidad, tocando la mejilla de Félix con una caricia—. Y quiero que lo sigas creyendo, Lix. Lo que tenemos es real. Todo lo que sientes, todo lo que compartimos… es real.

Félix respiró hondo, sintiendo el peso de sus palabras. Había algo en la forma en que Hyunjin lo miraba que lo hacía sentirse más fuerte, más seguro.

—Prometiste que no me ibas a dejar —dijo Félix, casi en un susurro.

—Y no lo haré —contestó Hyunjin, acercándose más—. Nunca te dejaré. No importa lo que pase, siempre estaré aquí, a tu lado.

Los dos se quedaron en silencio por un momento, solo disfrutando de la presencia del otro. El bullicio de la cafetería parecía desvanecerse, y por unos instantes, solo existían ellos dos, sin nada más que importarles.

—Creo que nunca me había sentido así —dijo Félix finalmente, su voz suave, pero llena de emoción.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Hyunjin, sus ojos fijos en él, llenos de curiosidad.

—Como si todo tuviera sentido por primera vez. Como si todo fuera un poco más fácil, solo porque estás a mi lado. —Félix sonrió, su corazón palpitando con fuerza al hablar, y miró a Hyunjin con más ternura de la que podría haber expresado con palabras.

Hyunjin dejó escapar un suspiro satisfecho, antes de acercarse más a él, y, sin decir nada más, lo besó de nuevo, esta vez con más pasión. Un beso lleno de promesas silenciosas, como si a través de ese gesto pudiera transmitirle todo lo que sentía por él.

—Siempre vas a ser lo más importante para mí —dijo Hyunjin entre besos, su voz baja y cargada de emoción.

Félix sonrió, esta vez sin ninguna duda en su corazón. Sabía que, aunque el mundo fuera incierto y a veces complicado, en esos momentos, con Hyunjin a su lado, todo parecía más claro, más sencillo.

—Te amo —susurró Félix, sin pensarlo demasiado, como si esas palabras fueran el reflejo más genuino de lo que sentía.

—Yo también te amo —respondió Hyunjin, abrazándolo una vez más, y esa simple certeza los envolvía como un abrigo cálido.

Y así, entre risas y caricias, en una pequeña cafetería donde el tiempo parecía detenerse, los dos jóvenes disfrutaron de un momento perfecto, sabiendo que, al menos por esa tarde, todo estaba bien.

Felix se sentía muy bien, tenía un novio que lo amaba y aunque su situación en su casa no era la mejor se sentía bien, como en un sueño

Vilvil ⭐