Kiss me

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Félix observó a Hyunjin con una intensidad que hizo que el aire entre ellos se volviera aún más pesado. Cada palabra que salía de su boca parecía diseñada para desestabilizarlo, para hacerle perder el control, pero algo en la actitud de Hyunjin lo desafiaba aún más. No podía evitar notar la forma en que sus ojos vacilaron, el leve titubeo en su voz, esa pequeña grieta en la fachada  que tanto se esforzaba por mantener.

Félix: "Ah, ¿no? ¿Entonces por qué siento que hay algo más?" Su tono era bajo, una mezcla de diversión y desafío, como si supiera exactamente lo que estaba provocando.

El espacio entre ellos se redujo aún más. Félix podía sentir la vibración de la tensión en el aire, el deseo reprimido que se ocultaba tras las provocaciones. Hyunjin, a pesar de su fachada de dureza, no podía disimular la chispa de duda que cruzaba por sus ojos, ni el pequeño movimiento nervioso de su respiración.

La mirada de Félix bajó a los labios de Hyunjin, un acto tan instintivo que no pudo evitarlo. La atracción era palpable, algo que ninguno de los dos quería admitir, pero que lo estaba consumiendo poco a poco. Félix respiró hondo, el aroma familiar de Hyunjin lo envolvió, aumentando aún más la tensión que ya se había apoderado de ambos.

Hyunjin, al notar cómo Félix comenzaba a relajarse un poco en su desafío, decidió que era el momento de tomar el control de la situación. Sin decir palabra alguna, dio un paso hacia él, lo suficientemente cerca como para que la respiración de ambos se entrelazara. Félix, que había estado tan seguro antes, sintió una ligera presión en su pecho al darse cuenta de que ahora era Hyunjin quien marcaba el ritmo.

Sin previo aviso, Hyunjin levantó una mano y, con una delicadeza que contradecía la intensidad de la situación, acarició el costado de Félix, deteniéndose justo en su cintura. El toque fue suave pero firme, algo que hizo que Félix se quedara momentáneamente paralizado, una sensación cálida que subió por su espalda. Era un roce tan cercano, tan íntimo, que los latidos de ambos parecieron sincronizarse.

Félix, sorprendido por la audacia de Hyunjin, intentó recuperar el control, pero lo que ocurrió a continuación lo desarmó. Hyunjin, con una sonrisa sutil, se inclinó ligeramente hacia él, su rostro tan cerca que Félix pudo sentir su aliento rozando su piel. Con la mano que aún descansaba en su cintura, Hyunjin lo atrajo hacia él, acercándolo más, hasta que sus cuerpos casi se rozaron por completo.

La respiración de Félix se aceleró, su mente luchando por mantenerse en pie bajo la intensidad de la cercanía, pero Hyunjin, imparable, deslizó sus dedos con suavidad por la parte baja de su espalda, haciendo que Félix contuviera un suspiro. El toque en su cintura, la calidez de la mano de Hyunjin, lo hizo sentir vulnerable, y por un instante, fue como si todo el espacio a su alrededor desapareciera. No era solo el desafío el que estaba presente ahora, era una sensación mucho más profunda, algo que ninguno de los dos había anticipado.

Félix, al borde de perderse en esa tensión, alzó la mirada hacia los ojos de Hyunjin, buscando alguna señal, alguna pista de lo que realmente estaba pasando. Hyunjin, con una mirada profunda y calculadora, lo observó fijamente, y por un breve momento, los dos se quedaron así, en silencio, sin querer ceder pero sabiendo que algo había cambiado.

Felix, inconscientemente bajo su mirada a los labios de Hyunjin y trago en seco, Hyunjin lo noto y de inmediato lo jalo, pegandolo a su pecho y rompió la distancia con un beso necesitado y feroz

Los estudiantes, que observaban la escena con los ojos bien abiertos, rápidamente sacaron sus celulares y comenzaron a grabar, capturando el momento tan intenso como inesperado. Los chicos que rodeaba a los dos solo agregaba más combustible al fuego, pero ni Félix ni Hyunjin parecían notar el mundo a su alrededor. Estaban atrapados en ese beso, en esa necesidad reprimida que por fin había estallado.

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