Volar no era una buena idea con la vigilancia de los Drasinos en los aires. No me quedaba otra que caminar, aunque no era tan peligroso ni tedioso cuando veía a los animales cerca mía indicando el camino. No era fácil procesarlo cuando los veía enfrente mía, observando con atención para luego moverse y que los siguiera.
Ichi me lo había dicho más de una vez, pero aun así era complicado comprenderlo.
—Entiendo tus dudas, Kemi, pero no deberías tener miedo ahora que todos saben que eres un Vigilante —recalcó una vez más al verme quieto en el sitio.
Tragué saliva.
—¿I-Incluso las Urogias?
Ichi se quedó en silencio para luego afirmar.
—Las pocas que quedan son capaces de ayudarte si lo ven conveniente.
No me caí de milagro, pero tales palabras hacían que considerara mucho las opciones. Tenía la naturaleza en mis manos, un poder que me parecía tan peligroso y que debía usar con cuidado. Si quería saber la verdad, la tendría con todos y cada uno de los seres vivos a mi alrededor indicando mi camino, incluso lucharían a mi lado en caso de que hubiera un Drasino, pero eso era lo último que quería.
«Están débiles —recordé mientras seguía avanzando sin descanso—. Me ayudarán, puede que incluso se sacrifiquen, pero no puedo permitirlo. Debo conservar este sitio y seguir sin que me descubran. Solo luchar cuando sea necesario para hacer frente a la Niebla».
Fruncí un poco el ceño. Niebla, tan discreta e inesperada, lo sabía por la forma en como había intervenido anteriormente. Tenía claro que en cualquier momento podría aparecer y con ello los problemas. Era extraña, pero al menos no era presente en los bosques de esta zona, sino en la ciudad o en los Lagos del Cuidado.
«Son puntos clave y van poco a poco a por los demás sitios, consumiéndolo todo —pensé, avanzando a más velocidad—. Así se hace más fuerte, así lo tiene todo bajo su control».
—Kemi, necesito que me prestes atención —habló Ichi, logrando interrumpir mis pensamientos—. Fusis no te lo mencionó, al menos no lo parece, pero sabes que puedes utilizar sus poderes, ¿no?
—Sí, pero no sé bien del todo cómo —respondí, viendo como Ichi afirmaba en silencio.
—Podemos ir practicando algunas propiedades más allá de escuchar lo que te rodea, sea natura como animales —contestó, mirándome con una sonrisa tranquila—. Comunicarte con ellos es genial, te ayudarán en todo momento, pero también es importante defenderse, y para ello requiere también la escucha.
—¿A qué te refieres? —pregunté mientras seguía aun avanzando.
—Es muy simple. —Ante esto, Ichi movió sus brazos, apareciendo esa aura verdosa oscura—. En mi caso, tengo el dominio de los árboles, estoy hecho de su corteza y puedo crear pequeños palos, pero tú a la larga podrías crear algo más grandioso.
—¿C-Cómo?
—Frena tus pasos.
Obedecí de inmediato, y con ello vi como bajaba de mi brazo. Le ayudé para que impactara al suelo, mirándole con total atención.
—Eres un Vigilante, alguien que escucha la naturaleza, pero también pides su ayuda o se las ofreces. ¿Entiendes? —explicó, mirándome con una sonrisa—. Desde tu interior, en tu corazón, no solo existe la magia sensible, no solo existe la música, ahora también es presente esa sensible poder de naturaleza, una que puedes ir gastando para ayudar lo que te rodea.
Puse mi mano en mi pecho, parpadeando varias veces mis ojos. Icho soltó una leve risa.
—Eres un Vigilante de la naturaleza, puedes hacer crecer cosas pequeñas, al menos por el momento —aseguró, y con ello movió sus brazos en un balanceo para dejarlos en el aire—. Deja que fluya esa energía, que todo se mueva como el viento o el agua, lo que sea necesario para hacer crecer lo que tu deseas.
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II.I - La Galaxia Olvidada: Frialdad [G.O]
FantasyNacido en el peor momento, oculto bajo los miles de ojos blancos, curiosos de mi aparición. Un nombre destacado, un título futuro bajo un padre inexistente. Privilegiado inmerecido. Dragón sin fuerza. Sensible detestado. Nombres resuenan, aun si so...