22 - ¿Eso es un sí, idiota?

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Los días pasaron llegando a fin de año y, a pesar de que Violeta insistía en que todo iría a mejor, fue ciertamente raro. No por culpa de Chiara. Es más, jamás lo sería por ella; admitió y agradeció que ella fuese la única que le hizo mantener la mente en blanco hasta el último día.

Pensó en la pelinegra durante los siguientes días y se arrepintió de haber sido tan dura cuando los recuerdos se cruzaron por su mente. Estaba claro de que estaba intentando comprender su actitud, dirigiéndose a ella suavemente sin burlarse, siendo cautelosa. Solo quería saber lo que realmente estaba ocurriendo y lo único que hizo ella fue ladrar sin ninguna explicación. Y, aunque cueste de creer, aseguró que cuando se calmaran las cosas y viese la oportunidad, hablaría con ella para disculparse.

Pero hablaría las cosas bien, dejando las tonterías a parte de una vez por todas porque Chiara tenía razón: no la odiaba después de todo.

Lo de peor fueron por otras cosas. Después de discutir con Denna, incluyendo a Bea por ser su defensora personal, pensar en estas fechas hacía que su estómago se revolviera desde primera hora de la mañana.

Se levantó y se dirigió directamente a casa de sus padres para ayudar con los preparativos de la cena antes de fin de año. No sabía que era peor: pasarlo sola o pasarlo junto a los suyos. A ver, ella adoraba a toda su familia, pero todavía sentía esa presión encima suya y su madre no la dejaba tranquila. Menos mal que su padre era más suave con ella y su hermana le daba un poco de tregua porque seguramente desataría la locura infernal.

En cambio, Chiara fue a casa de su hermana junto con su madre, Sam (su novia ya oficial) y Ruby. Además, Martin y su esposo Juanjo también se sumaban a la diversión como algunos años anteriores ya que ambos padres tenían trabajo y, para no disfrutarlo solos, su mejor amiga siempre los invitaba.

Ella tampoco había amanecido de buen humor a pesar de tener al amor de su vida tumbado al lado de su cama que le alegraba las mañanas. No podía parar de pensar en Violeta. No sobre sus sentimientos; ya los había aceptado. Sino porque realmente estaba preocupada. Quería saber cómo estaría, odiando no tener su número de teléfono y se comía la cabeza preguntándose si estaba mejor o no. Esperar siempre la mataba.

***

- ¿Y esa cara de perro mojado? - preguntó su hermana dejando las cosas sobre la mesa junto a Sam.

- ¿Por qué Martin le dice a todo el mundo lo mismo? - cuestionó la pelinegra al aire haciendo que la castaña frunciera el ceño mirando a su novia que encogía de hombros -. Og, da igual.

- Eh, pequeñaja - cogió sus manos entre que le echaba una mirada a la morena. Comprendió que quería un poco de privacidad y se marchó llamando a Ruby para ayudar con los cubiertos -. ¿Qué te pasa? Estás peor que en Navidad y mira que te encantan estas fechas.

- Lo siento por ser humana y hacerte sentir que este año sea diferente - masculló volviendo a coger las servilletas, pero su hermana se interpuso entre la mesa y ella.

- Chiara... No te estoy atacando ni acusando si eso es lo que piensas - se apoyó en la mesa dirigiéndole una mirada de cachorro haciendo que la pelinegra suspirara.

- Sí. Tienes razón. Sorry - se disculpó tajantemente mientras se cruzaba de brazos.

- Sweete, ¿qué pasa? - apareció Emma al verlas discutir y ambas negaron con la cabeza.

- Nothing, mom.

- No lo sé - respondió la castaña a la vez que la pelinegra y Chiara apartó la mirada entre que volteaba los ojos.

- ¿Chiara? - se acercó Emma echándole la misma mirada a su otra hija como lo hizo con Sam y Jasmine se levantó para dirigirse con su novia -. Vale, honey, ¿qué es lo que está ocurriendo contigo?

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⏰ Última actualización: 20 hours ago ⏰

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