Impacto Dracónico (Genshin)

21

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– Diona –

En retrospectiva, seguir el consejo del señor Crimson probablemente no fue una buena idea. Las primeras veces fue divertido porque le hizo sentir que realmente estaba haciendo una diferencia, pero luego Diluc y sus estúpidos empleados tomaron represalias y publicaron una comisión para los aventureros.

Y quien se la llevó fue Lumine. Diona había visto de primera mano lo fuerte que era esa chica. Jugar con ella fue un error. El miedo que sintió cuando vio al Viajero atacarla casi le provocó un ataque al corazón y la alejó de todo aquello. Fue así de aterrador.

Pero no podía abandonar su plan ahora. Técnicamente, ya era una criminal, ya que probablemente había destruido mucho más de lo que podía pagar razonablemente. Obviamente, era demasiado joven para ser encarcelada, pero probablemente perdería su trabajo aquí y le confiscarían tanto la vista como el arma hasta nuevo aviso.

Si eso sucediera, todo se habría acabado para ella. Además, su padre se sentiría decepcionado de ella y ella no quería que eso sucediera.

No estaba muy segura de qué hacer ahora y, honestamente, Diona estaba empezando a sentirse un poco paranoica. ¿Y si sus investigaciones la conducían a ella? ¿Y si descubrían que había sido ella quien probablemente había destruido cientos de galones? Esto era claramente un error de su parte. Hacer algo tan imprudente como eso.

Porque, fuera niña o no, las consecuencias iban a ser muy graves. Ni siquiera su padre podría salvarla esta vez. Ni Klee ni Jean, que siempre parecían protegerla por alguna razón. ¿La enviarían a prisión? ¿La echarían de Mondsadt?

Ella sabía cazar por sí sola porque su padre le había enseñado, pero ¡era solo una niña! ¡No tenía edad suficiente para vivir sola!

Oh, se acabó. Diona pensó con desesperación mientras limpiaba monótonamente la taza que tenía en la mano. Se acabó para mí.

Estaba tan asustada que incluso había dejado de jugar con las bebidas de los clientes, lo que solía ser su plan para acabar con esta estúpida industria de una vez por todas. Obviamente, eso no funcionó y nunca habría funcionado si lo que había dicho el señor Crimson hubiera sido cierto.

De ahí su enfoque más… grandilocuente.

Diona se habría sentido mejor consigo misma cuando escuchó que Lumine se fue de Mondstadt si no hubiera sido por el hecho de que Dilic ahora estaba allí protegiendo su bodega. Ese hombre, que no le agradaba en absoluto, la asustaba. Había escuchado que solía ser parte de los caballeros en algún momento y que se embarcó en una cruzada en solitario contra la Orden del Abismo y vivió para cumplir con su promesa.

No, no solo sobrevivieron, sino que también los dañaron. Los dejaron paralizados de manera permanente en algunas partes del mundo. Si eso no sonaba aterrador (y, hay que admitirlo, realmente genial), no sabía qué lo haría.

No iba a meterse con alguien así. Si Lumine estaba tan cerca de atraparla, la encontraría de inmediato. Diona preferiría mantenerse alejada de esa bodega hasta que encontrara otra forma de atacarlos. Rápido y duro.

¿Tal vez debería parar?, pensó en un momento de debilidad y luego sacudió la cabeza. ¡De ninguna manera! ¡No puedo dejarlo así como así!

¿Pero qué iba a hacer ahora?

Sus orejas de gato se movieron cuando escuchó el timbre de la puerta, lo que la hizo saltar de detrás del mostrador para ver entrar al Sr. Crimson. Todavía era un poco temprano para que la gente viniera a tomar algo, lo que la sorprendió un poco. Sin embargo, no la hizo saltar del susto. Confianza.