Impacto Dracónico (Genshin)

25

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– Mona –

Mientras miraba a la chica que tenía frente a ella, todo lo que había preparado para decirle simplemente desapareció. Mona había esperado miradas de absoluto desdén; había pensado que la mirarían con desprecio después de esa repugnante demostración. ¿Qué persona que se respeta a sí misma haría lo que ella hizo? Para empeorar las cosas, no lo lamentaba tanto como debería. Lamentaba que la atraparan, pero eso era todo.

Al principio, esperaba rogarle a la chica que no se lo dijera a nadie y que olvidara lo que había visto. Era lo único que podía hacer para evitar que toda su vida se arruinara por ser una puta deshonrosa.

Pero en cambio, Noelle parecía casi tan avergonzada como estaba. No podía mantener el contacto visual y jugueteaba con una cara tan roja como un tomate. Casi como si fuera ella la que había sido atrapada. Mona no estaba segura de qué hacer con esto.

Sabía que la chica era dulce e inocente, pero también era una criada. No sería descabellado decir que era… consciente de estas cosas hasta cierto punto. Y hacerlo sola en tu habitación no era lo mismo que hacerlo mientras tu compañera de habitación lo hacía.

Mona pensó que la iban a mirar con cara de muerte. No, pensó que su vida ya había terminado, pero había pasado más de un día y la gente todavía la miraba con respeto. ¿Entonces se lo había guardado para sí misma? Eso era bueno.

Pero aún quedaba el tema de hablar sobre lo que vio. Mona no podía fingir que no había sucedido, y Noelle tampoco podía hacerlo por lo que parecía. Tenía que ocuparse de esto antes de que se convirtiera en un problema mayor.

Así que invitó a la doncella caballero a tomar el té a primera hora de la tarde a través de otro caballero porque aún no había reunido el coraje para hablar con ella directamente y, afortunadamente, Noelle apareció. A tiempo. Aunque muy nerviosa.

Mona incluso utilizó todo el dinero que tenía para conseguir el té de mejor calidad que podía permitirse con postres de cortesía. El mismo dinero que estaba ahorrando para comprar un nuevo y costoso grimorio. Pero salvar su reputación era más importante.

Durante un rato, la pareja no dijo nada. Con la cara roja, mirando hacia un lado y en un silencio sepulcral. Mona nunca había estado en una situación tan incómoda como esta y lo único que quería era morir en ese momento. Sacarla de ese mundo mortal. Este era su infierno personal.

No sabía qué estaba pensando Noelle en ese momento y esperaba que, por su bien, no fuera tan malo para ella, aunque pareciera que lo era. Mona tenía que decir algo. Esto se estaba volviendo rápidamente insoportable.

—E-entonces… —empezó Mona en voz baja, lo que hizo que Noelle se estremeciera—. Sobre… lo que viste allí…

—¡Lo siento muchísimo! —Noelle hizo una reverencia y golpeó la mesa que las separaba con la frente—. ¡La culpa fue completamente mía! ¡No debería haber entrado en su casa sin permiso! ¡Por favor, perdóneme, señorita Megistus!

—Eh, no, está… bien, de verdad. —Mona agradeció a todos los dioses de todos los universos que Noelle fuera tan amable—. Después de todo, yo fui quien te dijo que podías venir cuando quisieras…

Lo cual fue un error enorme en retrospectiva. Especialmente después de descubrir sus fetiches degenerados, pero ¿cómo podría haberse preparado para esto? La suerte era algo real, y Mona siempre había tenido suerte, así que sabía que confiar en ella a veces estaba bien; entonces, ¿cuándo un descuido tan pequeño le había explotado en la cara de esa manera?