10 de agosto de 1855
El cumpleaños número 30 de Dorothea se hacía presente, la más feliz es Esperanza. Su hija siempre será su más bonito milagro, sus fuerzas diarias, su sonrisa repentina y su amor eterno. Mientras tanto Catalina lleva semanas preparando a Dorothea, sabe que pronto tendrá que darle su lugar a la más joven, tiene la plena confianza de que no la decepcionará, sin embargo, no pasa por desapercibido como aquel joven inglés le ronda, sabe que debe detener lo que allí esté sucediendo, reconoce esa piel pálida a kilómetros y también sabe, que Dorothea sabe más de lo que dice.
- ¿Abuela? – llama la castaña y la mayor se gira –
- Dime – responde con algo de seriedad –
- ¿Qué ocurre? – pregunta Dorothea mientras frunce el cejo –
- ¿Seguimos? – pregunta Catalina cambiando la pregunta –La menor de las Marcus se queda en silencio, observa cada gesto de su abuela, cada paso que da al caminar, cada movimiento y se convence de que algo no está bien, Catalina en silencio es más peligrosa que una manada de licántropos, sabe que algo se le pasa por la cabeza y le frustra que Catalina Marcus sea tan orgullosa de no decirle, así que decide ser cauta en sus actitudes, también aprender a conocer cada cosa de su abuela, sabe que no es una mujer fácil y como sacerdotisa es más ruda aún. Dorothea resopla y se da la vuelta para seguir en sus pociones, aprender de hechizos le gusta, pero aprender de pociones le fascina más.
…
El día iba transcurriendo con normalidad, bonitos regalos, felicitaciones y ahora Dorothea se encontraba junto a sus colegas conversando y riendo mientras corren, ese es el momento especial de Dorothea, sus amigos y ella corriendo y jugando como si fuesen unos niños, como si Samuel no tuviese ya 29 años y como si Fernanda no estuviese casada y con una niña, ellos lograban escapar del pueblo, de la realidad de sus vidas en la pradera.
Era su momento realmente mágico.
- ¿Y te gusta? – pregunta Fernanda –
- Me encanta – responde Dorothea mientras se sienta y se acuesta en la viva vegetación –
- Lo he visto y me parece – comenta Samuel mientras trata de adivinar la palabra correcta – misterioso – finaliza y Dorothea asiente –
- Pero tiene excelentes reflejos, una vez casi tropezamos y sin lograrlo me sostuvo de las caderas, me pareció sorprendente – la castaña asiente mientras escucha a su colega –Dorothea se queda pensando y sonríe con suavidad, es imposible que confiese en voz alta que quien le gusta es un vampiro, tanto como que Fernanda no puede decirle a su marido que es bruja, todavía no olvida las feas palabras de Gustav en contra de ellas. Los tres jóvenes se quedan en silencio y cada quien en su mundo, hace muchos años que Samuel sabe que sus amigas son brujas, al principio le costó entenderlo, sin embargo, luego lo aceptó.
Pero muchos hombres del pueblo no son como Samuel.
Todavía a muchas brujas le parece sorprendente que él las proteja tanto sin ser parte de ellas, pero igual le agradecen. En cuanto a Samuel, se siente tan afortunado de ser amigo de dos mujeres maravillosas, que la familia de Dorothea lo traté tan bien y que la familia de Fernanda sea como propia de él.
- Supe que hace una semana mataron a una bruja – comenta finalmente Fernanda –
- Luna – susurra Dorothea recordando cuando Polo les dio la noticia –
- Unos hombres la encontraron y todo acabó mal para ella, no solo la quemaron, también la desmembraron – responde Samuel triste – Catalina estaba histérica – confiesa mientras recuerda –
- Mi abuela es capaz de dar su vida por su clan – comenta la castaña y sus amigos asienten – más que con su familia – susurra por lo bajito y Fernanda la mira afligida –
- Pero venga, regresemos que debo ir con mi pequeña – pide Fernanda y todo ese raro momento termina –
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Eternas pt II
VampiroTal vez en esta vida no estamos hechas la una para la otra, pero espérame en la próxima - Ross Stanley. Continuación de Eternas ✨️