Eternas pt II

Capítulo I. Los Luca Montes

Zaragoza, España
24 de diciembre de 1806

09:15 de la noche

La navidad de 1806 ya habría llegado y todas las familias en España estarían reunidas para así celebrarlas, las familias Luca y Montes no serían la excepción y más cuando Lucía está a la espera de su primer bebé quien hasta ahora es sorpresa para todos el sexo del mismo. El más feliz sin dudas es Francisco quien no ve la hora de conocer a su bebé, sea niña o niño lo amará por igual y es algo que en estos nueve meses ha enternecido a Lucía de Luca, que eligió al mejor caballero para que fuese el padre de sus hijos o en esta ocasión, el padre de su futuro o futura hijo o hija, Francisco y Lucía solo quieren que nazca sano y fuerte, solo eso los hace sentir bien.

- Me alegra verte tan feliz - comenta la madre de Francisco y el castaño asiente mientras mantiene una copa en sus manos -
- No veo la hora de que ya sea padre - confiesa mientras sonríe y Tonya sonríe con suavidad -

Mientras tanto Lucía se encuentra con su padre hablando del país y situaciones que no han pasado por debajo de la mesa, entre ellas algunas creaciones como la de la teoría atómica de la materia en 1802 mientras la rubia acaricia su vientre, es una de las formas que puede calmar su estrés por tener hambre, ya que la cena aún no se encuentra lista, Pablo Montes se da cuenta y sólo puede sonreír con ternura, aún recuerda cuando cada uno de sus tres hijos estaban en el vientre de su esposa Karla y era igual o peor que Lucía, definitivamente la menor de los Montes es la más parecida a su madre y es por ello, que es la consentida de Pablo, mientras que Javier es el consentido de Karla y Paula es un amor igualitario, en términos generales Karla y Pablo aman con intensidad a sus hijos, al igual que a su nieto Pol y a su nieta Doménica, y así será con el nuevo bebé sin duda alguna.

...

Las horas fueron pasando y Lucía estaba agradecida de ya haber cenado, algo que le da alivio a Francisco porque entre todas las cosas que aprendió en estos meses es que Lucía no iba a soportar ni 10 minutos más sin cenar tanto por ella como por el bebé, se vuelve otra persona con hambre. Las familias Luca, Vilariño y los Montes, Álvarez disfrutan de la nochebuena, mientras los niños juegan y los adultos se ríen mientras tanto disfrutan de algunas bebidas como el Whisky.

- ¿Estáis feliz? - pregunta Paula a un lado de Lucía -
- Muy feliz tía, no veo la hora de que ya nazca mi bebé - responde la rubia y Paula sonríe mientras recuerda cuando Doménica vino al mundo -
- Ya veréis que es de las mejores emociones del mundo, aunque duele mucho - responde su hermana mayor y ambas se ríen -
- Perdona ¿Me prestáis a esta guapa mujer? - pregunta Francisco y Paula se ríe -
- Con mucho gusto tío, pero me la cuidáis - responde la otra rubia mientras lo apunta con el dedo índice algo que hace reír al castaño y como no, también a Lucía -
- ¿Me concede esta pieza? - pregunta el castaño y Lucía sonríe con ternura mientras toma su mano para ponerse de pie -
- Claro que... - Lucía se queda en silencio y abre los ojos muy grandes mientras Francisco entrecierra los suyos -

Lucía baja la mirada y puede sentir agua correr por sus piernas, se aleja de su esposo y pasa una mano por su pierna derecha, alza la mirada nuevamente y puede ver como todo pasa con lentitud, Francisco gritando, su madre asombrada, su padre impresionado, su suegra corriendo hacia ella y el resto esperando alguna señal para entonces hacer algo, pero lo único que sucede es que Francisco junto a Pablo y Javier guían a la rubia, Lucía no llora ni grita y es porque sigue en shock, y es algo que sorprende a las mujeres de ambas familias.

Pero no dura mucho, porque al estar en cama, Lucía comienza a gritar y pedir ayuda, Francisco se asusta y mientras los hombres salen de la habitación menos Francisco, la madre de esté avisa que ya van por un médico, Lucía no para de llorar, gritar y respirar profundo mientras siente mucho dolor, cuando Paula le dijo que dolía no le avisó que dolía más que cualquier cosa en el mundo, la rubia aprieta la mano de su esposo y esté último solo busca la manera de calmarla pero nada ayuda, más bien se estresa aún más y Francisco termina por rendirse, es en ese momento que entra Paula y con algo de astucia y paciencia logra calmar a Lucía. Y aunque no dure mucho, su cuñado le agradece.

...

La medianoche había llegado en la casa de los Luca - Montes, pero era una nochebuena diferente, los gritos de Lucía no cesaban y menos después de la llegada de una partera ya que el médico de la familia no se encontraba en Zaragoza, Francisco no se separaba de su esposa y Paula era la única que se encontraba al lado de la pareja, la ojos verdes no podía creer que esta vez estaba viviendo este momento con su hermanita, Lucía aprieta su mano y Paula sonríe mientras pone su mano libre encima de ambas manos y le deja un beso en la sien, otro grito venía y el corazón de Francisco late con fuerza, aunque seguro no como el de Lucía.

- Vamos Lucía que ya falta poco, ya salió la cabeza - avisa la partera -
- Vamos hermanita - susurra Paula y la menor de los Montes asiente para seguir pujando -

Y fue así, que después de un rato Lucía terminó de dar a luz. El llanto del bebé retumbaba hasta escucharse en la sala y todos se abrazaban felices, el nuevo bebé Luca Montes había llegado al mundo en plena nochebuena, mejor noche que esta es seguro que no habrá, Karla abraza con amor a su esposo, mientras que Daniel abraza a Tonya, ambas parejas estaban felices de ser abuelos.

Y dentro de la habitación, la partera da la noticia de que es una hermosa niña y en verdad si lo es, una cachetona preciosa y con algunos rastros de sangre, Paula se acerca a la partera y se derrite de amor, carga a su nueva sobrina y se acerca a los nuevos padres para entonces dejar a la bebé en el pecho de su madre, se aleja y admira a la pareja.

- Es vuestra niña - dice Paula y Lucía asiente -
- Nuestra hija Paco - susurra Lucía mientras llora y acaricia a la bebé -
- ¿Cómo le llamarán? - pregunta Paula y Francisco resopla -
- Tamara Cristina - responde Lucía y el castaño asiente mientras acerca su mano y la pequeña bebé enreda su manito a uno de sus dedos, el corazón de Paco quiere salirse para abrazar a su hija -
- Enhorabuena para ambos - comenta la partera - pero debo limpiarla - aclara sonriendo -
- Paula ayúdala, ya sabéis dónde se encuentra la ropa de la bebé - pide Lucía y la mayor asiente -

La partera se acerca a los nuevos padres y carga a la pequeña Tamara para entonces llevársela y sigue a Paula, no salen de la habitación, sino que más bien una puerta conecta con otra habitación donde se quedan para limpiar y vestir al nuevo miembro de la familia. Mientras tanto Paco se queda con Lucía y sin decir ni una palabra, con solo la mirada se prometen estar juntos hasta el último día del otro, vivir este momento tan especial juntos sólo los lleva a saber que no quieren estar con otra persona que no sea, Francisco con Lucía y viceversa.

- Debo dar la noticia - susurra Francisco -
- Vale Paco - susurra la rubia y el castaño sonríe para darle un casto beso a su esposa -
- Gracias, sois fuerte, valiente y la mujer más increíble que he conocido, te amo Lucía Catalina - susurra el castaño y Lucía llora de la ternura -
- Que yo - susurra con suavidad - que yo he elegido al mejor hombre para ser el padre de mis hijos - susurra Lucía - te amo Francisco Javier - dice y ambos sonríen -

Después de un nuevo beso, Francisco se pone de pie y camina con lentitud para acercarse a las puertas de su habitación, las abre y todos se voltean para mirarlo a la expectativa y más porque no escucharon más el llanto del bebé, el castaño sonríe y esa sonrisa ancha y bonita le da paz al corazón de sus padres.

- Que es una niña y se llama Tamara - avisa Francisco y todos gritan emocionados, se acercan para felicitarlo y abrazarlo -

Un nuevo miembro a la familia Luca Montes había llegado y Francisco desde que supo que sería padre ya era muy feliz, ahora que la pudo conocer sabe que cuidará de ella y su esposa hasta el último día de su vida... de eso no tenía dudas.