El Guerrero y El Príncipe

Puerto Libre

Los chicos se bajan del barco, caminan por el puerto hasta que uno de ellos se detiene.

- Yami ¿Qué sucede? - pregunta el príncipe preocupado.

- Pues, ahora que estamos libres, tenemos que encontrar a los siete espíritus restantes. Pero ninguno de nosotros sabe en donde encontrarlos.

- Quizás, alguien en este lugar pueda darnos alguna pista - dice la chica.

- En ese caso, vamos a separarnos para cubrir más terreno y nos encontramos en dos horas más, en la posada- menciona El mayor.

- De acuerdo- dicen los otros dos al mismo tiempo.

El trío se separa, Yami va por el norte, Yugi por este y Sakura por el este. Luego de que pasará el tiempo, los tres se reúnen en el comedor de la posada.

- se sienta- No, consegi nada, lo siento.

- Yo tampoco logre nada, Yami - comenta Sakura.

- En cambio yo si, un anciano me dijo que el rey Atem el soberano del reino del norte, es el único conocedor de lugar exacto de las piedras sagradas.

- Ya veo, entonces debemos ir a tu tierra, Yami.

- suspira - Así parece.

- Parece que no te agrada la idea de volver- dice Yu.

- La verdad es que no, no quería regresar hasta que no cumpliera mi objetivo pero si no nos queda de otra opción, tendremos que ir, aunque no quiera hacerlo.

- los otros dos solo asienten en silencio.

Después de aquella charla, el trío come en silencio para después irse a dormir. A la mañana siguiente, desayunan, se retiran de la posada, salen del puerto e ingrsan al camino. El cual no tiene nada tranquilo, ya que, hay varios monstruos en el, esperando atacar a cualquier persona que pase por allí.

Los chicos pasan por el este, sur,norte, este dos veces, oeste, sur y por el último por el norte tres veces.

- Ahora entraremos por esta cueva al final de esta hay un puente que nos llevara a una cueva que queda al sur del reino- comenta Yami.

- Bien.

- De acuerdo.

El trío continua su recorrido hasta que llegan al puente, donde solados magos se encontraban parados sobre el.

- Miren es el príncipe Yugi.

- Hay que matarlo, esa es la orden de su majestad.

- Invoquen a los hermanos robots.

- Si, capitana.

Las magas invocan a dos robots para después escapar del lugar. Los tres jóvenes luchan contra ellos hasta que los derrotan. Uno desaparece pero el otra explota mandado al trío de regreso por donde venían.

- ¡Oh no! ¿Qué vamos hacer ahora? - pregunta la chica.

- suspira- Volvamos al puerto y busquemos a alguien que nos pueda ayudar.

- baja la mirada- Lo siento amigos, de no ser por mi esto no habría pasado.

- pone su mano en el hombro de Yugi- No, es tu culpa, eres solo una víctima de la ambición de tu madre.

- Gracias, Yami.

- De nada.

- Yami, tiene razón, ahora no hay tiempo para lamentos, debemos volver al puerto antes que se haga de noche.

- Si, vamos - dice Yugi más animado.

Y así los tres regresan al puerto libre, para pasar la noche y ya mañana buscar lo que necesitan.