24. Nuestro punto de encuentro.

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James Bay - Us (0:52 - 1:45)

Leí en algún momento de mi vida que todo en el universo está interconectado. Los átomos que forman nuestro cuerpo una vez fueron parte de estrellas que murieron y se convirtieron en polvo estelar, que luego se reunió para formar nuevos cuerpos celestes y planetas.

Es fascinante la idea de que cada individuo es una parte integral de algo mucho más grande. Cada persona, cada acción, puede ser vista como una pequeña parte de una totalidad vasta y compleja.

A nivel personal, puede significar que cada pequeño momento, cada detalle en la vida, es parte de una historia mucho más grande y significativa.

Y me gusta creer que eso es justamente lo que Donovan y yo podríamos ser.

—¿Qué es lo que quieres saber? —me pregunta después de que le pedí que me hable de él.

Nos hemos acomodado en los sillones que hay en una esquina de la terraza y que están protegidos por una elegante y amplia carpa blanca decoradas con pequeñas luces de hadas.

—Cualquier cosa que quieras contarme.

Está sentado frente a mí, con su cuerpo ligeramente inclinado hacia el mío y sus codos sobre sus piernas.

Y entonces me empieza a contar sobre sus años de universidad, la academia de policía, sus años como oficial y como debió dejar a un lado el examen para ser detective porque su, en ese entonces novia, quedó embarazada.

También me cuenta que ella se fue cuando Lily tenía dos años, pero que antes de eso no estaba mucho con ellos porque era corresponsal de noticias.

—¿La amabas?

—Por supuesto.

—Y si ella decide regresar, ¿qué harías?

Me obligo a no apartar la mirada mientras espero su respuesta.

—Nada. Ya no lo extraño más —admite en voz baja—. Realmente no. Hubo un tiempo donde esperaba a que ella regrese, pero ya no. No tenerla en mi vida no duele como debería si aun sintiera algo por ella.

—Tal vez duele exactamente como debería doler —susurro—. ¿Cómo sabes cuál es la forma correcta en que duele extrañar a alguien?

Suspiro mientras me levanto y camino hacia la baranda en un vago intento de controlar mis emociones. ¿Por qué las emociones deben ser tan confusas y desordenadas? Ojalá existiera un manual para entenderlas.

Ladeo un poco la cabeza cuando él atrapa mis manos entre las suyas.

—Porque no duele como cuando te extraño.

Y, por ahora, esa es toda la respuesta que necesito.

—Por eso es bueno que me quieras cerca.

—¿Quién te dijo aquello?

Sonríe, sus ojos recorren mis ojos y se detiene un momento en mis labios, a veces él hace eso y me gustaría saber en qué piensa justo en esos momentos.

—Bueno, me dijiste que querías que esté aquí, no puedes culpar a un hombre por tener esperanzas.

Está ocurriendo de nuevo. Ese mismo magnetismo que hemos sentido tantas veces que ya he perdido la cuenta. El aire alrededor y entre nosotros se espesa por la tensión que crepita, dejando que el silencio solo amplifique los rápidos latidos de mi corazón.

—Donovan —susurro cuando una de sus manos se acerca a la línea de mi mandíbula.

No hay nada de coqueteo o bromas, a un lado quedaron las insinuaciones poco sutiles, esto es algo más y este pequeño gesto y momento está lleno de intensidad.

De un átomo a toda una galaxiaWhere stories live. Discover now