Cuatro

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Mi abuela me abraza muy fuerte últimamente, me viene a visitar mucho, incluso me dijo que me ama unas diez veces en la última hora. No lo entiendo. Es raro. Tanto mi padre cómo ella se portan extraños a mi lado, cómo nostálgicos.

Levin me vino a visitar a casa hoy de mañana porque le dije que no iba a ir al colegio. Fue tan horrible, yo estaba en mi cama (tengo mucho decaimiento, los doctores dijeron que debo quedarme en cama porque atrapé una especie de virus ya que tengo las defensas muy bajas) y sentí que golpearon la puerta, no me extrañó ya que capaz era sólo algún vendedor ambulante, hasta que oí su voz diciéndole a mi padre si podía pasar a verme. Casi muero de la vergüenza. Papá ya había hablado con él cuando me pasó a buscar para ir al cine, pero esto era demasiado. Se sentó junto a mi y papá estaba bien con eso, se fue y nos dejó solos. Yo miraba a todos lados menos a su rostro. ¿Qué rayos pensaba viniendo de improviso? Cuando lo miro, estaba leyendo mi diario, TE ESTABA LEYENDO. Te quité de sus manos porque no quería que leyera lo de mi madre pero creo que ya era tarde, de todas formas, no hizo ningún comentario al respecto ni actuó diferente. Me dijo que sólo quería ver como estaba y que esperaba que me mejorara pronto, hablamos un rato más y luego se fue. Antes de irse me dijo que soy hermosa y yo casi se lo creí.

Con amor, Lis Rowinski.

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