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Una mañana Wei Ying amaneció un poco preocupado, su esposo tenía días que no le daba su lamidita de pescado bigoton, tampoco su besito de gato chimuelo, había olvidado darle también sus mordiditas de piraña hambrienta para despertarlo, por lo que iría a la época moderna a ponerse como un bombon otra ves para que su marido lo vuelva a tocar como en otros momentos.
Así que salió de su habitación con sus bebés dormidos para llevarlos como una gata carga sus mininos hacia una habitación más segura que este caso era la de su cuñado, pero no encontró a nadie, armo un nido perfecto para sus catrillizos, les dejo los peluchitos qué Wangji había tejido para sus niños, una nota donde decía voy y vuelvo antes de la cena.
Pero ya casi listo para salir de su casa a hurtadillas recordo que la última ves que viajo el rollito de canela le dijo que le gustaría ir por lo menos una ves, pues según Quirent había comentado en varias ocasiones las maravillas que había descubierto allá en aquel mundo, por lo que pensó en solo pasar a Meisihan Yu para tomar a su amigo, desafortunadamente el mocoso estaba aun dormido enroscado con su nena Ziyuen pegada a su pecho.
Por lo que esta se despertó intespectivamente, entonces Ying tomo a su amigo y se escapo de la habitación pero algo fallo con su energía espiritual, enviándolo a Yumeng jiang donde Hausiang se le pego como una garrapata, pues ya sin mas remedio, tubieron que pensar en un plan de contingencia, recordaron que en Quishan Wen, tenían una buena batería de energía espiritual para viajar a la era moderna.
Pero para poder llevarla tubieron que descontar al macho pecho peludo de la dama pues lamentablemente la chica estaba en una situación muy complicada, después de despegar a los gatos callejeros que rodaban en la cama solo que a Quing Su se le antojo comerse a su macho en pleno desayuno, enfurrruñada la dama acepto llevar a los donceles de viaje solo si iban por su pequeño hermano Xuanyu estaba embarazado, sabía que allá donde querían ir había médicos con mejores técnicas de cuidado para saber si su embarazo iba por buen camino no quería que sufriera lo mismo que paso Wangji cuando dio a luz a sus bebés.
Así Wei Ying fue sumando más y más invitados a su viaje de belleza..... para el medio día ya estaban todos en su departamento, y unas llamadas después los chicos ya disfrutaban de las delicias de ser tratados como de la realeza por hombres y mujeres serviciales que les estaban desarmando sus nudos, alizando sus tendones y suavizando sus músculos qué por el uso constante, el cuidado de los hijos y su completa atención al cuidado de sus parejas no se habian dado cuenta de que les hacía falta una restregadita.
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