Segunda vida. JACEGON

Casa Blackwood.

Buenaaaaaas ༼ つ ◕_◕ ༽つ

Antes de que la familia pudiera digerir todo lo que habían descubierto, "que Aegon no había ido con Ser Arryk a su supuesto pueblo natal, la inquietante sugerencia de Helaena sobre Davos, y ahora la ausencia de Sunfyre", la puerta del salón se abrió de golpe, interrumpiendo sus pensamientos. El rey y la reina entraron con expresión seria.

—El representante de la casa Blackwood está aquí y quiere hablar con todos —anunció el rey, su voz firme pero cargada de tensión.

La familia Targaryen se dirigió al salón del trono con paso firme, conscientes de la tensión que colgaba en el aire. Al entrar, encontraron a los Blackwood ya presentes, esperando con paciencia. Los Targaryen se acomodaron en sus respectivos asientos, la reina Alicent al lado del rey Viserys, mientras que los príncipes y princesas tomaron sus lugares en fila, con rostros solemnes.

El ambiente era frío, cargado de expectativas no expresadas. Viserys tomó la palabra:

—Señor Blackwood, estamos aquí para escuchar vuestra propuesta.

El representante de la Casa Blackwood, un hombre de semblante serio, dio un paso adelante e inclinó la cabeza respetuosamente antes de responder:

—Su alteza, príncipes y princesas, os agradezco por recibirnos sin previo aviso. Hemos estado afligidos por la pérdida de mi hijo menor, Davos. Tras meses de reflexión y conversaciones en mi familia, hemos decidido que deseamos que el matrimonio con la Casa Targaryen siga en pie, pero con mi hijo mayor, Benji, quien heredará nuestras tierras y responsabilidades.

Benji, que permanecía de pie junto a su padre, no podía ocultar su incomodidad. Aunque su mirada lo delataba, sabía que no podía objetar en ese momento. Su padre era quien tomaba las decisiones, y Benji solo podía esperar en silencio, deseando que la carta que había enviado a su hermano días atrás llegara pronto con alguna respuesta.

—Señor Blackwood, lamento informarle que mi hijo, el príncipe Aegon, no se encuentra en el castillo en este momento para estar presente en esta propuesta —dijo el rey Viserys con tono solemne, rompiendo el silencio de la sala.

Jacaerys estaba siendo sujetado por su hermano menor, Lucerys, quien hacía todo lo posible por evitar que cometiera una imprudencia. A pesar del esfuerzo, el rostro de Jacaerys traicionaba la furia que lo consumía, y su olor, cargado de tensión, llenaba la sala, alertando a todos sobre el torbellino de emociones que hervía dentro de él.

—Señor Blackwood, le propongo que se quede unos días aquí mientras mi hijo regresa de su viaje. Estoy segura de que estará encantado de aceptar su propuesta —mencionó Alicent con una sonrisa, sin importarle las miradas tensas del resto de la familia.

Cada miembro parecía incómodo con sus palabras, especialmente Jacaerys, cuyo ceño fruncido y respiración entrecortada dejaban entrever su creciente frustración.

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—¿Y quién atenderá a Aeron cuando tenga que dar a luz? —preguntó Aegon mientras ayudaba a Davos a llevar madera, mirando con preocupación hacia la casa.

—Montaña abajo hay un pueblo —respondió Davos con calma, acomodando un tronco en su brazo—. Ya hablé con los maestres de allí. Vieron el estado de Aeron y me aseguraron que subirían dentro de estos días. No tenemos de qué preocuparnos.

Dentro de la casa, Aeron estaba ocupado cortando verduras para preparar un estofado, los demás acomodaban la madera junto a la chimenea, preparándose para encenderla más tarde. De repente, un pájaro picoteó la ventana, rompiendo el silencio de la tarde.